lunes, 23 de febrero de 2009

Pisa at Carnival

El domingo estuve en Montevecchia con Sara, donde se podía ver toda Brianza y parte de Milano. Era un pueblecillo perdido en la montaña, perfecto para una tarde de domingo y un buen chocolate. Después la semana trancurrió sin ninguna novedad, trabajo, trabajo y más trabajo. El miércoles me dejé caer por el Tambourine un ratillo, pero no había mucho ambiente, asi que duré más bien poco. Pero el viernes llegaba el día, el día de visitar la ciudad con una de las torres más famosas de todo el mundo, Pisa. Sólo trabajé de mañana y llegué a Pisa sobre las 7 de la tarde.
Emiliano había prometido a sus padres ir a cenar a Follonica (su ciudad natal), y eso hicimos. Un pure de lentejas y pasta exquisito y ese prosciutto crudo (jamón serrano de toda la vida) que tanto les gusta a los italianos, fueron los platos que amablemente nos preparó la señora Pecchia. No hubo plan para salir por la noche en Follonica, asi que volvimos a Pisa. Tendré que ir a Follonica en alguna otra ocasión, porque el único turismo que hice fueron el salón y la cocina de la casa de los padres de Emiliano.
En Pisa, nos esperaba una noche dura de carnaval, que empezaría en una plaza-botellón y culminaría en la facultad de matemáticas, donde aquello parecía una macrodiscoteca en vez de una universidad. No hubo tiempo para encontrar disfraces esa noche, asi que improvisamos con alguna peluca que otra. Cual fue mi sorpresa, cuando salgo de la universidad y me encuentro a mi amiga Cristy de Ambientales por casualidad. ¡Qué ilusión! Hemos quedado esta semana, porque estará por Milán y alrededores (puede incluso que me vaya a Venezia este finde...pero todo a su tiempo). Aquí las fotos del delito:
Nos despertamos tarde, comímos y nuestra misión era encontrar disfraces para el carnaval de Viareggio (el más grande de toda Italia). Estuvimos toda la tarde en una tienda de alquiler de trajes, que estaba hasta arriba...madre mia, parecían las rebajas. Yo me cansé pronto, como de costumbre, y cojí lo primero que vi, un cinturón con balas y un trapo árabe...¡perfecto! con mi palestina al cuello, ya era un integrista islámico. En fin, fácil, sencillo y para toda la familia.
No hubo tiempo pues para visitar Pisa. Aqui las fotos de los culpables (amigos de Emiliano tenían que ser):
En fin, después de comer una pizza en casa de la diabla, nos encaminamos a Viareggio. Eso no era un pueblo, eso era el campo de batalla, con carrozas, música, calles totalmente cortadas al tráfico y por supuesto gente borracha por doquier. Realmente impresionante el panorama. Piratas, Grease, Brokeback Mountain y un brozas vestido de Facebook ...vaya genio:
Cosa de las 2 de la mañana, acabó el desfile y la gente empezó a abandonar las calles, para irse por supuesto a la discoteca. Gracias a un amigo de Emiliano, entrada gratis y copas gratis en un garito que no estaba nada mal la verdad (por cierto, los únicos disfrazados de toda la disco eramos nosotros). Muy buenos ratos:

Llegó el domingo, y no fui lo bastante valiente para irme de Pisa sin visitar su torre obviamente.
Aquí las fotos típicas de turista japonés:

Y como era de esperar...las típicas de español o italiano (de Follonica claro):

No pude resistirme tampoco a comprar 1 torre-souvenir. A eso de las 5 y media, me despedí de mi hermano italiano y llegué justo a tiempo ...para PERDER el tren de Milan a Seregno. Llamé a mi hada madrina, que casualmente andaba por allí y me llevó a una fiesta, asi que llegué a casa a eso de las 2 de la mañana. Perfecto!!! ¿a quién no le gusta trabajar al día siguiente con sueño???

Y sin más me despido, a ver como se da esta semana y veamos el finde (que igual acabo con Cristy en Venezia). Y mañana necesito variar un poco porque 4 days in a row comiendo pasta no puede ser bueno...jajajaja

Temazo de los 80 para despedir (lo suyo es darle al play primero y empezar a leer el post).Ciao bellos!!!


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