miércoles, 21 de agosto de 2013

Norway III: Oslo

Tras nuestra visita a la iglesia vikinga, volvimos a la carretera donde buscaríamos algún sitio donde pasar la noche. Esta vez nos decantamos por un complejo lúdico no muy lejos de Borgund. Era más bien un hotel con varias actividades deportivas alrededor. Lo que en un principio no supimos es que se trataba de una de las asociaciones Krik de Noruega, donde sus siglas Kristen Idrettskontakt significan algo asi como la Iglesia en contacto con el deporte. Nos acoplamos sin problemas en una secta cristiana, donde incluso nos echamos un partidillo de fútbol con los hijos del dueño del garito. Aquí la foto finish de equipo:


El dia siguiente lo dedicaríamos a ver un pequeño zoológico de lobos y renos. Sinceramente, fue bastante decepcionante para el precio que tuvo, sumado al frio intenso que hacia en la colina donde se encontraba. Había también cantidad de carneros y ovejas, muy queridas por Marcos...la mejor la que estaba subida en el tejado de una de las casas pastando a sus anchas.





Nos comentaron algo sobre un museo de osos que nos pillaba de paso, pero fue precisamente eso lo que ocurrió (de paso), porque no llegamos a entrar ante la falta de interés y su elevado coste. Continuaríamos nuestro regreso a la capital parando en un camping para descansar la noche muy cerca de la famosa isla de Utoya donde una masacre que seguro que recordais tuvo lugar hace un par de años.

Tras el merecido descanso esa noche, terminamos la ruta conductora en Oslo, quedándonos de nuevo en el apartamento de la noche de nuestra llegada al pais. Nos pasamos el dia conociendo un poco la capital y sus museos (por fuera...jajaja) y visitamos el conocido parque de las estatuas, donde jugamos un poco con las fotografías:





 

Andamos por el techo de la Ópera del puerto y dormimos de maravilla nuestra última noche. Del dia siguiente poco que contar, un gran almuerzo en el Friday´s y todos juntitos al aeropuerto para más tarde nuestros destinos nos separaran, mis amigos a Madrid, yo a Krakovia.

El viaje de vuelta fue un calvario, teniendo que dormir en un hostal de emergencia cerca de la estación de Krakovia gracias a la mala organización y conexión que tienen entre Polonia y República Checa. En fin, las vacaciones escandinavas habían terminado, tan solo para dar paso a las mediterráneas, que contaré en el siguiente post :)
Por cierto, mirar que pantacas me hice de última moda cortándolos con un cuchillo a lo vikingo: