viernes, 5 de julio de 2019

Ukraine: Kiev

Como ya adelante en el post anterior, el dia previo a la expedición por la zona de Chernobyl, ya nos dio tiempo a explorar parte de la capital ucraniana. Al volar de madrugada, llegamos demasiado pronto para hacer el check in en el airbnb contratado, pero suplimos el descanso por un Free tour por la centro de la ciudad con la mochila a cuestas y sufriendo un poco la leve lluvia. Empezamos en la emblemática plaza de Maydan, donde nos explicarían los orígenes vikingos de la ciudad y las más recientes revueltas y protestas para derrocar al antiguo régimen que acabaron con la vida de casi 100 personas en el año 2013.


Hicimos el recorrido recomendado para ver las 3 catedrales ortodoxas (Santa Sofia, San Andrew y San Nicolas), los monumentos a los guardianes arcángeles y las puertas de la ciudad antigua.


Tras entrar finalmente en el alojamiento en plena calle de Khreshchatyk, siendo el eje principal de la ciudad, fuimos a ver como curiosidad la parada de metro de Arsenalna que es la más profunda del mundo. Con sus 105 metros de profundidad hace que el trayecto por sus escaleras mecánicas se haga eterno. En la unión soviética era muy común las amplias y profundas estaciones de metro como medida de refugio por miedo a ataques nucleares.




Habíamos volado desde Madrid Vela, mi hermano y yo, por lo que aún faltaba la aparición estelar de Jompi desde Praga. Fuimos a cenar a un sitio donde necesitábamos una contraseña para poder entrar (que amablemente nos chivó la guía del Free Tour) y que estaba escondido en una puerta aislada al lado de un supermercado. The Last Barricade se llamaba el sitio y recomiendo sus minihamburguesas que están brutales. La noche no pudo más que derivar en salir a un sitio todavía más loco con otra entrada difícil de detectar para una persona no local, el llamado Palata Nº6 o bar de chupitos poco convencionales. Aquí os dejo el video de Vela y mi hermano celebrando que ya era su cumpleaños....


Cabe recordar que tras nuestra visita por Chernobyl, cenamos el en Pusata Hata (la cadena de restaurantes autoservicio más famosa y barata del pais) y nos dimos un homenaje bebiendo cubatas en cálices de oro en otro bar lujoso, escondido y nuevamente cifrado con contraseña, el Loggerhead Secret Bar.


El dia siguiente seguimos conociendo Kiev. Esta vez por la parte de la Estatua a la Madre Patria, una impresionante e imponente escultura de acero que alcanza más de 60 metros y que rememora a los caidos en la Segunda Guerra Mundial. Esa noche fue memorable volviendo al Palat nº6, los chupitos Lady Killers y el garitazo Buenavista, gran recomendación de un colega de mi hermano, donde comprobamos que ser español aún está de moda :)








No podiamos irnos de Kiev sin pasar por su nuevo estadio de fútbol, famoso por albergar la pasada final de la Champions, donde el Madrid ganó en 2018. Que mejor manera que ver un partido del Dynamo de Kiev, que aunque no fue nada espectacular futbolísticamente hablando, merece ser visitado y más por los precios ridículos de 1 o 2 € el partido.



Nuestros regresos en avión serían escalonados, siendo Vela el primero en irse y perderse la noche en el bar Coyote, que viene siendo una discoteca que imita a la famosa película que da su nombre.

El siguiente en irse un dia más tarde sería Jompi. Mi hermano y yo seguimos empapándonos de la cultura ucraniana yendo al area del Monasterio de Vidubichi donde visitaríamos sus estrechas y agobiantes catatombas con sus respectivas momias eclesiásticas. También pasamos por la galería de arte moderno, en la cual no entendimos absolutamente ninguna obra que estaba expuesta.





Yo fui el último en irme, un dia después. Lo dediqué a pasear por el parque de Landscape Alley, ver más detenidamente el museo al aire libre sobre las manifestaciones de Maydan Square e incluso estudiar unas horas ya en un hostal y no en el airbnb de los dias anteriores.


Esto fue todo por el momento en tierras ucranianas, pero parece que no va a pasar mucho tiempo para que vuelva por allí, o al menos cerca. Estar atentos, porque llega por fin el viaje largo del año de nuevo. Y de despedida otra foto en una azotea de Pripyat: