jueves, 30 de noviembre de 2017

Travel plans finally again!

Veo el historial de este año del blog y pienso, bueno, un paseito por Londres, casi un mes en Nepal, viaje a Brno, Praga y Minsk y otro viajecito por tierras alemanas a Nuremberg y Munich, ¿no está tan mal, no? Para la media de una persona de a pie y sin ser piloto de avión o volar por negocios, si, de hecho diría que no está tan mal, pero la verdad es que ha supuesto bajar considerablemente mi media de kilómetros y aviones a lo que estoy "mal" acostumbrado con respecto a años anteriores.

Han sido meses duros, de biblioteca y mucho mucho leer. Un esfuerzo y una atadura digna de una señora oposición que me he currado como un toro y que, espero, dé sus frutos en menos de 48 horas :) Y es que desde la escapadita alemana (mi último post) no he vuelto a salir de España, aunque cabe recordar mis más de dos meses en Torrevieja (y algún que otro finde extra), pero que también se han pasado entre libros y flexos.

Y la mejor forma de celebrar mi liberación ha sido programando tres viajes en las próximas semanas. Paises conocidos, pero ciudades y territorios aún por descubrir. Coimbra y Oporto serán mis destinos portugueses y mis primeras víctimas; Dublín y la más que esperada Belfast me proporcionarán un contraste irlandés difícil de superar y por último la también ansiada Napolés que tendré el privilegio de conocer. Una triangulación de mapa europeo inmejorable!


Asi que, estar atentos....finalmente, los viajes vuelven!

domingo, 10 de septiembre de 2017

Munich and Nuremberg

Dos meses han pasado desde mi último viaje, pero dado mi retiro estudiantil a Torrevieja no he tenido tiempo de escribir mis últimos movimientos. A parte, por supuesto, que el verano está para desconectar de la tecnología y olvidarse del mundo virtual un poquillo.

A mediados de junio hice ya mi tanteo alicantino, yendo de visita a Torrevieja con la escusa de una pequeña reunión Minerva a la cual asistiríamos Santi, Tobi y yo. Un fin de semana que dio de sí para ir a la playa, enseñarle la gastronomía típica a Tobi y tomar unas copas por la noche.


Tras dos semanas, el destino sería Alemania. Un pais que ya he visitado en dos ocasiones anteriores pero que, dada su extensión, aún me queda mucho por ver y conocer. Lugares: Munich y Nuremberg. Compañía: Isra, Lidia, Marcos y un servidor, es decir, Playejeros Viajeros una vez más. Cinco dias, que probablemente sepan a poco, pero que vinieron muy bien para despejarse y pasar muy buenos ratos.

Llegaríamos un miércoles noche a Nuremberg (por cierto, vuelo de ida y vuelta 59 €), donde no dio tiempo a más que coger el coche de alquiler en el aeropuerto, encontrar el hostal que habíamos reservado a las afueras y coger fuerzas para los dias siguientes.

Prontito por la mañana, empezamos a conducir con destino el castillo de Neuschwanstein (significa cisne de piedra), el cual sirvió a Disney de inspiración para crear su propio logo. Serían unas 3 horas  de viaje que nos repartimos entre Isra y yo al volante y llegamos a un pequeño complejo que sirve de punto de encuentro para turistas para acceder a los castillos. Está el ya citado de Neuschwanstein, que fue el único que visitamos y el de Linderhof, que dejaremos para otra ocasión.


La visita guiada dentro del castillo cuesta unos 15-16 € y en mi opinión no vale mucho la pena, porque lo bonito realmente del castillo es su exterior. Obviamente hicimos cientos de fotos desde todos los ángulos posibles.


 
 
 

Y aquí es donde vino la sorpresa del viaje, especialmente para Lidia. Nos subimos a una colina apartada de la muchedumbre con vistas al castillo e Isra le pidió matrimonio ayudado por unas originales camisetas que llevábamos los tres puestas donde estaba estampada la proposición y, por supuesto, su correspondiente anillo al que no dudó en decir SÍ Quiero.


Tras las emociones y comernos nuestras primeras salchichas alemanas acompañadas de una buena cerveza, nos dirijimos a Munich para pasar la noche allí. Aunque llegamos relativamente pronto por la tarde, nos limitamos a pasear por los alrededores y encontrar un buen sitio para cenar. El día siguiente, alquilaríamos unas bicicletas para poder recorrer la ciudad más cómodamente y aprovechando un tiempo soleado que nos respetó todo el viaje. Pasamos gran parte de la tarde en un parque por el que cruza el rio Eisbach y donde nos bañamos en calzones y pudimos ver como los alemanes hacen surf aprovechando las corrientes que se producen en varias zonas.

 


Una ciudad muy bonita que solo había visitado en época de Oktoberfest y que recomiendo hacerlo aún no teniendo lugar el festival. Visitamos también, el Allianz Arena del Bayern de Munich.

Tras las dos noches en Munich volveríamos a la ciudad de Nuremberg. Muy famosa por el delirio utópico de Hitler de convertirla en su capital nazi y por sus desfiles militares, y más tarde, por sus conocidos Juicios donde condenaron a cientos de ellos tras la segunda Guerra Mundial.

Nos pateamos toda la ciudad amurallada e incluso fuimos a Zeppelinfeld, donde el partido nacional socialista nazi mostraba al mundo su gran poder militar y armamentístico. Hoy practicamente en ruinas y con un parque al lado donde se suelen celebrar varios festivales de música electrónica en verano.




 

La tarde fue amenizada por la aparición estelar del señor Javi (la estrella cubano-checa del FC Lesna) que nos hizo reir bastante y nos sacó de fiesta por la ciudad, dado que ahora reside allí como entrenador de tenis. A destacar la existencia de un Barrio Rojo, no tan grande o turístico como el de Amsterdam, pero curioso de visitar.

Tuvimos casi todo el dia posterior para seguir conociendo la ciudad, ya que nuestro vuelo salía tarde y con esto concluimos el viaje bávaro, que como ya va siendo habitual también he querido inmortalizar en un video de la Gopro.

Ser buenos...

viernes, 9 de junio de 2017

Belarus + Czech

Si no hay actividad en el blog, es por falta de viajes. Pero si estas lineas están siendo escritas y posteriormente leidas, significa que el menda ha vuelto a coger un avión recientemente.

Parte del viaje ha sido a territorio más que conocido, mi segunda casa, República Checa. La idea empieza un dia de diciembre del año pasado cuando estaba en una cabaña en alguna isla de la lejana Camboya y veo un anuncio en facebook de que los legendarios KISS tocarían en Brno medio año después. Inmediatamente pregunto a Hugo, un malagueño de la vieja guardia de Brno, si asistiría al concierto. Tras unos minutos, recibo conirmación y me falta tiempo para comprar la entrada y coger un vuelo de ida hasta Bratislava (estaba a 25 €...¿qué podía fallar?)

Una excusa más que barata, pero suficiente para tener hacerme un viajecito ya dicho de paso. Durante estos últimos meses, el viaje no estaba muy claro ni dónde ni con quién. Sonaron sitios como Innsbruck, Liechtenstein, Zurich e incluso Kiev, pero siempre me decanto por la rapidez en las decisiones y Jompi no faltó a la cita proponiendome incursión a la capital bielorrusa de Minsk con la entrada en vigor de la nueva política de visado gratuito durante 5 dias para los miembros de la Unión Europea. Y así empezaría a tomar forma el recorrido.

Primera parada Bratislava, donde mi amiga Irena me hizo el favorazo de ir a recogerme para llegar 1 hora y cuarto más tarde a la segunda estación, mi añorada Brno. Viernes que hice coincidir a conciencia con el cumpleaños de mi amigo portugués Daniel y que celebramos con la gente que queda por alli a la vieja usanza.


Tras la resaca más que premonitoria y casi programada, el dia siguiente fue de recuperación en casa de Hugo para estar en plena forma para ver a los sesagenarios e inlcuso alguno septagenario KISS. Una banda de rock mítica de los años 70, 80 y 90 que siempre seguí y que era hora de ver en directo antes de que se retiren. El concierto fue al aire libre en Vystaviste y los medios técnicos y el espectáculo fueron impresionantes. Desde su comienzo con el famoso grito de "You wanted the best, you got the best: KISS" hasta el final con mi tema favorito "Detroit Rock City", pasando por locuras como ver a Paul Stanley tirarse en tirolina sobrevolando el público, confesar que su abuelo era checo o ver a Gen Simmons volar en vertical mientras toca el bajo y escupe sangre.


 

El domingo y con la segunda resaca consecutiva llegaba el momento de poner rumbo a Praga desde donde volariamos a Minsk dos dias después, no sin antes ver a Stepan y a mi hijo (el hostal Ruta 80) con su otro padre, Dario. Obviamente una vez en Praga, hubo tiempo también para ver a Joao, Verónica, Presunto, Jompi y compañia que ya viven por esos lares. Incluso entrené una horita corriendo a orillas del Valtava.



Y llegó el momento, Minsk. Capital del pais europeo más hermético y con menos noticias que dar al resto del continente. Siguen viviendo en una dictadura comunista liderada por Lukashenko desde hace 23 años después de su independencia de la antigua Unión Soviética. Un pais donde el capitalismo empieza a entrar aunque de forma muy muy lenta, donde la homosexualidad está considerada una enfermedad mental, único pais europeo sin firmar la Declaración Universal de Derechos Humanos y que la etimología de su nombre viene de La Blanca (´bielo´) Rusia.


Un pais raro, o al menos un sistema social y económico diferente al que estoy acostumbrado. La ciudad de Minsk está meticulosamente limpia, probablemente debido a sus continuas labores de limpieza por jubilados. Sus calles son enormes e infinitas y sus edificios son cuadrados, grises y prominentes, siempre adornados con símbolos del proletariado, la hoz y el martillo, murales a la guerra e incluso banderas de la antigua URSS. Lo más curioso de la ciudad, es que no hay puntos que visitar o ver como en nuestras ciudades occidentales y el ocio, bares y cafés están a la altura de muy pocos autóctonos, dados sus salarios.


 

Pasamos varios dias vagando por la ciudad, y voy a "destacar" el edificio de la antigua KGB (que nos confesaron que sigue activa, pero simplemente con otro nombre), la plaza donde se encuentra el museo nacional, y las estatuas de Lenin y los nombres de sus calles (Karl Max, Proletarios, Pueblo, Stalin...)

 

Puede que haya sido el sitio con la peor gastronomía local en que jamás haya estado ( a niveles muy superiores de Eslovaquia, que también tiene telita) donde hubo que recurrir varios dias al Dominos Pizza. Como anécdota, aquí os presento la "gran" degustación de quesos para dos personas que nos dieron en un pueblo llamado Dudutki:


Si buscais en Tripadvisor o cualquier página de internet os recomendaran ese lugar como de los más interesantes para visitar. Bueno, el sitio consiste en 10-12 casetas de madera con souvenirs (y pocos), una taberna con comida de presos y una fábrica de quesos. La iglesia del exterior es bonita eso si. Aún así no merece la pena llegar hasta allí teniendo tan sólo un bus de vuelta diario, que nos hizo tener que matar varias horas vagando por el campo y sin saber qué hacer.


A simple lectura de mis lineas da la sensación de un viaje horrible. Para nada, a mi me gusta experimentar todos los aspectos de cuantos más sitios mejor. Pero lo más positivo y agradable fue, sorprendentemente, la gente. Digo sorprendentemente por la reputación que ostentan los rusos de poco amistosos y ariscos. Bueno, pues los bielorrusos parecen ser la otra cara de la moneda, siempre con una sonrisa e intentando ayudar en todo lo que podian, aún con el parco inglés de mucha de la gente.


Y.....las chicas! Bufff. No es por infravalorar otras nacionalidades, pero las bielorrusas se llevan mi top 1 (con muchisima ventaja) de mujeres bellas. En proporción y en nivel, en todo. Todas las noches, nuestro sitio estaba en la calle Zybickaya, donde hay una veintena de bares a orillas del rio y donde se pueden ver auténticas maravillas genéticas. A destacar el Spirit Bar, donde ganamos más de una amiga y donde nos echamos unos señores vicios a la Mega Drive. Los Long Islands fueron parte fundamental de nuestras noches también jajaja




Vuelta para Praga, donde pude descansar otra noche y ver a Angelito formalizado ya con su vida checa. El señor Javi también apareció para invitarme a un par de Mohitos de buena mañana.


Otras 24 horas en Brno y avión desde Bratislava de nuevo.
Mi mapita europeo se tiñe alegremente de verde, pero estar atentos, nuevos viajes muy muy pronto...