jueves, 23 de mayo de 2013

Playejeros viajeros: Prague, Krakow

Llevaba recibiendo promesas de visitas de mis amigos torreviejenses desde hacía 6 años. Es dificil coordinar vacaciones cuando somos un grupo tan grande, pero esta vez una gran parte de esa gente tan querida cumplieron y aquí se presentaron: Isra, Lidia, Job, Irene, Marcos, Juan y Cris. Unos dias muy interesantes que intentaré resumir.
Primer encuentro y punto de partida en Praga. Fui a recogerlos al aeropuerto y nos dio tiempo a patearnos las partes más conocidas durante el dia. Por la noche cenamos en un restaurante en compañia de uno de los personajes más míticos de mi época sueca, el señor Sushi Loco from Minerva.


El dia siguiente fue aprovechado para hacer las compras por las tiendas de recuerdos y de ver la famosa plaza del reloj y el puente de Karlos esta vez a plena luz del dia. Ya entrada la tarde, nos transladamos a Brno justitos para cenar y poder dormir en Ruta 80, que en esta ocasión también el servidor durmió allí sintiéndose un cliente más.





No dio tiempo a visitar nada de Brno porque muy temprano por la mañana nos encargaríamos de ir a por una furgoneta de alquiler para desplazarnos a Krakovia en un largo pero divertido viaje a tierras polacas. Nuestro primer objetivo fueron las Minas de Sal al sureste de la ciudad, un punto de interés que no había tenido el privilegio de visitar en mis excursiones anteriores a la ciudad.
Wieliczka, las minas en cuestión, fueron toda una experiencia. Bajamos más de 60 pisos sobre el nivel terrestre y visitamos una cantidad de pasadizos, cuevas y exposiciones talladas en la propia sal dignas de mención. Como dato curioso, en la visita te obligan a pagar un guía con la posibilidad de elegir entre varios idiomas. Había inglés por supuesto, pero ya que mis socios de viaje esta vez pilotaban más bien poquito y que el tour en polaco valía justo la mitad, nos decantamos finalmente por el idioma eslavo dificilmente comprensible por ninguno de nosotros. Sin embargo, tuvimos la suerte de estar acompañados por otras 3 chicas, 2 españolas y 1 polaca que tradujo al español a la perfección. Las minas aún están en activo y el tour aunque dura más de 3 horas, tan solo muestra alrededor de 1% de la extensión real de la mina, que según datos oficiales abarcaba subterráneamente la gran mayoria de la ciudad de Krakovia.
Pocas fotos de esta parte, porque ojo! también se pagaba por cámara :(


Después de tanto subir y bajar escaleras, fuimos a pasar el resto del dia al centro de Krakovia donde nos alojariamos en un hostal increiblemente barato donde yo ya había estado previamente. Visitamos la plaza principal, los alrededores de la fortaleza y nos dimos una buena pateada por el barrio judio en busca de la famosa escalera que sale en la película La Lista de Shindler, y que finalmente no logramos encontrar. Cris, Juan y yo incluso nos animamos a tomarnos un par de cubatas antes de irnos a descansar.

Visita bastante más triste pero igual de interesante la del dia siguiente, los campos de concentracción de Auschwitz. Como en cada viaje se aprenden cosas nuevas, en este no pudo faltar mi dato curioso que no conocía sobre el cartel de la entrada al campo donde se puede leer "Arbeit match frei": la letra "B" está en posición invertida como protesta del judio al que forzaron a colocarlo en dicha entrada.




Después de ello, tocó regresar a Brno para descansar y pasar un dia más y dando a conocer a mis amigos la ciudad que me acoje desde hace ya casi 4 años. Tras la visita por la capital morava y el merecido descanso en Ruta 80, fue el momento de la despedida con su vuelta a Praga para regresar a Madrid, con un muy buen sabor de boca de haber tenido a una parte de la familia torreviejense por aqui.








Pero dentro de poco, nos volveremos a ver....a unos por los fiordos escandinavos y a otros por mi querida playita. Asi que ya os he adelantado mi próximo destino y pais a conquistar: Noruega!!!

Os dejo con un genio que me ha sorprendido por la red. Darle un trabajo a este tio pero ya!!!

martes, 7 de mayo de 2013

Thailand III: Ayutthaya, Kanchanaburi

El dia siguiente cogimos un tren muy temprano que nos llevaría a la ciudad antigua de Ayutthaya. Lo primero que hicimos según salimos de la estación fue alquilar una scooter para recorrernos las ruinas lo más rápido y cómodo posible. La inmensa extensión de la ciudad antigua y la entrada pagada individual a todos y cada uno de sus templos, hizo que nos planteáramos y eligieramos solo los más importantes a nuestro parecer. 
Visitamos Wat Mahathat y Wat Chaiwatthanaram en detalle, donde vimos esa famosa cabeza de Buda en las raices de un árbol tan fotografiada.






Tuvimos tiempo de visitar algún que otro templo más alejado, donde uno de los monjes nos dio un par de amuletos y una pulsera bendecida que aún resiste en mi muñeca. También tuvo cabida un pequeño accidente en moto, gracias a un Thai que no sabe para que sirven los intermitentes, para señalizar el giro coño!! Sin heridos no os preocupeis, solo algún rasguño en la moto, que ni tan siquiera fue percibido al devolverla.


Tras los templos, fuimos a visitar el mercado flotante de la zona, donde habia infinidad de tiendas de recuerdos, restaurantes y bares construidos sobre estacas y troncos en el rio. Pasamos incluso por un pequeño zoo donde dimos de comer a los elefantes y nos hicimos un par de fotos con unos tigres (no las publicaré, porque ya tendreis bastante con las posteriores de Kanchanaburi).




Regresamos a Bangkok ese mismo dia y nos dimos un paseo nocturno por el mercado de Pang Pong. El dia posterior lo dedicamos a patearnos otro poco de Bangkok, pasando por el área lujosa de Ratchaprastong, por la famosa calle de Backpackers de Khao San Road (donde conseguimos un ISIC personalizado a gusto del cliente :) ) y la casa de Jim Thompsonm, de la cual no tenemos fotos dada su prohibición.
Otro dia más llegaba a su fin y otro llegó con destino Kanchanaburi via férrea de nuevo. Quizá la ciudad de guerra más famosa de la zona, cerca de la frontera con Birmania. La principal atracción que nos atrajo al lugar era el templo budista de los tigres, del cual tenemos decenas de fotos.






Incluso Carmen alimentando a los tigres bebé:


Tras la visita del templo, fuimos a ver el rio y su puente, muy conocido por la película ganadora de siete Oscars, "El puente sobre el rio Kwai". Cenamos una abundante cena thai, nos dimos otro masaje de pies y nos quedamos a dormir en el pueblo.






El dia siguiente terminamos de ver la ciudad de Kanchanaburi y su gran cementerio chino. Para volver a Bangkok, entramos en una mini-van que nos dejaría en la ya conocida calle de Khao San Road, donde aprovechamos para la compra final de regalos.

El dia previo al vuelo, lo dedicamos a ver los alrededores del barrio de nuestro hostal, al que le empezábamos a coger bastante cariño, como si de nuestro hogar se tratase. Vimos una exposición zoológica de serpientes y nos relajamos un poco tomando los últimos batidos de coco natural.

Como nota final, aviso navegantes: El Ping-Pong Show de las calles de Pang Pong es un timo mafioso para turistas, el cual tuvimos la suerte de no caer (...pero casi..).

Vuelta a Europa, pasando una de las peores y más largas escalas en Moscú. Y sin ninguna duda, puedo abiertamente afirmar que ha sido el mejor viaje de toda mi vida :) ....hasta el momento claro.

Me despido con un tema que me sugiere mi próximo destino...aún sorpresa :)