viernes, 10 de febrero de 2023

Lebanon II: Qadisha, Mleeta, Tyre, Sidon, Shatila

Una de las zonas con los paisajes más hermosos del Libano es el Valle del Qadisha, famoso por sus bosques de cedros (símbolo del pais) y sus gigantescas montañas nevadas. Podemos decir que tuvimos hasta suerte con las condiciones climatológicas, dado que normalmente en esa época del año, muchas de las carreteras y pueblos se encuentran cerrados por la cantidad de nieve. 


Pues nuestro centro de operaciones decidimos que fuera el pueblo de Bsharri, bien situado en el valle y con un hotel a medio camino vertical que ofrecía unas vistas dignas de toda postal.




El dia después nos dirijimos al famoso bosque de cedros llamado Cedars of God, donde la nieve y el hielo hizo impracticable una caminata larga, por lo que compramos algún souvenir tallado en la madera y poco más. El bosque es famoso por la frondosidad y la longevidad de los árboles, y por haber sido explotada su madera por fenicios, asirios, babilónicos, persas y egipcios. El Rey Salomón utilizó esta madera para la construcción del Templo de Jerusalem.


Luego nos adentramos en la profundidad del valle, haciendo un increible hike con cascadas, monasterios y riachuelos de unas 3 horas, llegando al Monasterio de Qannoubine. Este Monasterio tiene una importancia vital para toda la rama de los cristianos maronitas, dado que fue la residencia de los patriarcas de esta religión durante 5 siglos. Algo así como el Vaticano de los maronitas, dejando atrás las diferencias del lujo y la ostentación. Nos recibió una monja de las 4 o 5 que viven allí de forma permamente y nos mostró amablemente todos los recovecos del lugar.



De camino de vuelta a la capital, paramos en un pueblo montañés llamado Hasroun donde encontramos a un personaje bueno de nombre Pierre, que nos hizo una buena ensalada con hummus y nos dio a probar el famoso Arak, una especie de anís regional. 



La oscuridad de la noche nos sorprendió, por lo que nuestra visita a la cascada de Baatara Gorge fue una lástima porque no pudimos apreciarla bien.

En Beirut, la noche por Mar Mikhael empezaba a ser nuestra zona de confort.

El dia siguiente tomamos dirección sur, dirigiéndonos a la población de Mleeta, donde existe un museo del partido Hezbollah, en el cual te explican su visión del conflicto con Israel. Parece ser que este punto fue estratégico en muchos de los momentos calientes del conflicto, oculto bajo la frondosa vegetación y clave para el alto el fuego en varias ocasiones. Este partido de origen chií, pero apoyado en el Libano por gente de todas las ramas religiosas, está considerado organización terrorista para casi todo Occidente, una milicia para otra parte del mundo, y un partido legítimo armado de resistencia para otra parte de él, por tanto vuelve a entrar en juego la dificil escala de grises o el punto de vista del crítico.





Nuestra visita por el sur del Líbano seguió por la ciudad costera de Tyre (o Tiros en español) donde, con un café para llevar, recorrimos sus ruinas y su zoco.



Una de las desventajas de viajar en invierno en el hemisferio norte del planeta es lo corto que pueden llegar a ser los dias, por lo que la ciudad de Sidón fue visitada ya de noche y por tanto solo nos centramos en su paseo costero y el ver de lejos el Sidon Sea Castle.



Salimos de nuevo por Mar Mikhael, haciendo tiempo de hecho para que Vela empalmara con su vuelo, ya que lo tenía un dia antes que el resto.

En el último dia completo del gran viaje decidimos ir a Jeitta Grotto, una alucinante cueva de dos niveles que se extiende por más de 9 kilómetros y que es visitable a pie y en barca en algunos tramos. Quizás, junto a Lady of Lebanon, sea una de los atractivos turísticos más conocidos del pais, quizás por la proximidad a Beirut. No tengo reportaje fotográfico de la gruta, ya que estaba prohibido hacer fotos.


Esa misma tarde quedamos con Chirine que nos sirvió de guía y contacto local para visitar el campo de refugiados de Shatila. Mas que un campo, ya es un asentamiento o barrio del propio Beirut que originariamente fue constituido para coger a miles de palestinos tras la formación del Estado de Israel en 1949, pero que ahora es también refugio de sirios. Chirine nos llevó a una especie de garaje donde nos esperaba Mohammad, un doctor palestino ya retirado que hablaba perfectamente español por haber estudiado y ejercido por Zaragoza y pueblos aragoneses en los años 60 y 70. Nos ofrecieron té y estuvimos hablando con él durante dos largas horas, en la que quizás ha sido una de las charlas más auténticas e interesantes que he tenido en todos los viajes que he hecho por el mundo.


La aventura acabaría con un gran corte de luz en la ciudad, lo que parece ser bastante habitual en el pais. Sin internet ni gps fuimos lo suficientemente hábiles para llegar al aeropuerto siguiendo las indicaciones de la caótica ciudad, dejar el coche en el aeropuerto y dar por concluido este viaje tan increible.

Puntuación del pais: 10

Y aprovecho para despedirme recordando las miles de víctimas que ha dejado el terremoto en Turquía y Siria y que se ha sentido por todo Oriente Medio. 

PD: mi hermano y yo en el dia de ayer nos dio por liarla y tener otro viajazo programado en escasas dos semanss. Muy atentos.