lunes, 20 de julio de 2015

Israel & Jordan III: Dead Sea, Jerusalem

Es difícil de agradecer un recibimiento y una acogida tan espectacular como nos brindó la familia Anz, pero ya fue lo máximo cuando nuestra programada visita al Mar Muerto fue a gastos pagados en un hotel de lujo en el punto terrestre más profundo del planeta. Pues si, los padres de Basel nos pagaron la estancia en un hotel con esta pintita:



Los detalles del minibar, megadesayuno, gimnasio y sauna incluidos ya me dejaron atónito :)

Antes de disfrutar de las instalaciones, nos desplazamos unas decenas de kilómetros al sur y nos adentramos por un desfiladero unas cuantas horas siguiendo un arroyo con un paraje parecido al de Petra pero no tan conocido; una pasada, vamos. Caminamos una larga ruta cruzándonos exactamente con cero personas y un perro.







Tras el senderismo beduino, haríamos el check-in en el mencionado hotel y disfrutaríamos de la gran salinidad de una de las aguas más curiosas del mundo. Llamado Mar Muerto por la inexistencia de vida dada su densidad salina y localizándose a unos 420 metros por debajo del nivel del mar. Es literalmente imposible no flotar y meter la cabeza debajo del agua puede ser un suicidio. 


Mi cicatriz no se quejó en absoluto  e incluso me embadurné del lodo situado en el fondo con, según se dice, propiedades curativas. Toda una experiencia que quise inmortalizar trayéndome unos botecitos llenos del citado barro.

Por la noche disfrutamos de las únicas cervezas del viaje en la parte jordana y de las grandes piscinas que tenía el hotel. 


La idea era atravesar la frontera a Palestina a la mañana siguiente, pero al ser Sabbath en el Estado de Israel, a las 10.30 h de la mañana ya habían cerrado y sólo cabía la oportunidad de pagar "V.I.P." unos 200 euros, que por supuesto no hicimos. Volvímos pues a casa de Basel y pasaríamos, esta vez si, al dia siguiente despidiéndonos de toda la familia y agradeciendo en la medida de lo posible todo lo que hicieron por nosotros. El paso fronterizo King Hussein es mucho más transitado que el desolado paraje por el que entramos en el sur. Varias horas de espera, trámites de pasaporte e incluso un aviso de bomba en la terminal fue nuestra mañana en la ocupada Palestina. El viaje a Jerusalem se realiza con un minibus palestino hasta los alrededores de la ciudad y luego se debe cambiar a un taxi israelí (ya sea judío o musulmán) para llegar al destino.

Sólo nos quedaría, por tanto, un dia en Jerusalem, en mi segunda visita a tierra santa e intentamos visitar lo más representativo de la parte cristiana (El santo sepúlcro, via Dolorosa y la Iglesia de la Flagelación) y la parte judía (la tumba de David y el Muro de las Lamentaciones). Esta vez, con la parte musulmana no tuvimos tanta suerte y el paso estaba cerrado a los no musulmanes.


Noche en Jerusalem a ritmo de Mohito en el hostal y vuelta a Tel-Aviv sin complicaciones. El interrogatorio en el Ben-Gurion fue mucho más suave que mis visitas previas :)

Y aqui os dejo con el video GoPro que resume la peculiar gente que nos fuimos encontrando por el camino. Hasta más contar, porque los viajes y los posts se me empiezan a acumular...

jueves, 9 de julio de 2015

Israel & Jordan II: Wadi Musa, Petra, Aman

Una vez concluida la visita a Wadi Rum, nuestro taxista nos llevaría a Wadi Musa, no sin antes parar en una gasolinera e invitarnos a una comida muy peculiar que consistía en pollo, cebolla, pita, salsa de tomate y alguna otra cosa que no logro recordar, pero curioso a la vez de divertido por solo usar las manos al comerlo. Un genio nuestro amigo conductor.


Llegamos a Wadi Musa, que significa Valle de Moises, bautizado así porque según la Biblia fue allí donde Moisés sacó agua de una roca y tras ello los nabateos asentarían una gran población que es lo que conocemos hoy como Petra.
Sorprendentemente la mayoria de los comercios estaban cerrados y los dueños del hostal en el que nos alojaríamos nos comentaron que la ciudad entera estaba en huelga, debido a las repetidas protestas de los habitantes en contra del gobierno jordano por los beneficios de Petra, que según ellos iban destinados en su totalidad a las arcas del estado en Amán. Tan seria era la protesta, que incluso en Petra no se trabajaba, lo que permitía el paso totalmente gratuito al turismo. Era algo tarde para entrar, pero aún así nos acercamos a las inmediaciones de la entrada preguntando si al dia siguiente habría que pagar o no.
Todo dependía de si las negociaciones entre el gobierno y los habitantes de Wadi Musa llegararían a un acuerdo. Afortunadamente para el pueblo hubo acuerdo, y desafortunadamente para nosotros, el dia siguiente todo volvió a la normalidad y hubo que pagar la encarecida entrada a Petra. Decidimos pagar 2 dias (precio 50 dinares 1 dia, 55 dinares 2 dias, 60 dinares 3 dias) para poder visitar todo lo posible y con más tranquilidad
Puedo decir que junto a los Templos de Ankor de Cambodia, Petra es lo más impresionante que ví jamás. Hace 25 siglos, los nabateos se lo curraron, la verdad....



Los puntos más famosos de todo el recorrido son el Tesoro...



...y el Monasterio



Cabe destacar la poquisima afluencia de gente. El primer dia veríamos literalmenete unas 10-15 personas en las 8 horas que estuvimos allí. En el hostal nos informaron que desde la aparición del grupo terrorista en Siria e Iraq, el turismo había descendido abismalmente. Como experiencia personal y como consejo para futuros aventureros, en la actualidad no hay nada que temer y el pais es muy seguro. Las dos noches las pasamos con una sisha y una cena copiosa en la terraza de nuestro hostal, disfrutando de unas puestas de sol amenizadas con versos del corán a la llamada al rezo e las mezquitas.


El último dia en territorio nabateo, cogimos un autobus local que, en poco más de 3 horas, nos dejaría en Amán, capital del pais. Una vez allí, el amigo de mi hermano, Basel, nos acojería junto a su familia de una forma espectacular. Coincidió el comienzo del Ramadán y la ciudad estaba a reventar con un muy buen ambiente de festejo.

Una experiencia muy curiosa ser hospedados por una familia árabe, pero cristiana, en pleno Ramadán. Siempre respetando a la comunidad musulmana, eran muy cuidadosos en no beber o comer de cara al público, no por una cuestión de respeto a la religión, sino por una cuestión meramente de facilitar las cosas a sus vecinos musulmanes. Imaginar si quieres ayunar y alguien se pone a beber una refrescante Coca-Cola delante tuya. Pero, debo decir, que por nuestra parte no hubo ningún problema y, tranquila mamá, no pasamos hambre en ningún momento. Es más, la familia nos trató como sultanes, ofreciéndonos desayunos, comidas y cenas dignas de concurso gastronómico.

La primera noche, conocimos el centro de Amán, como ya he dicho, en pleno apogeo en celebración al próximo mes de ayuno. El siguiente dia, su primo Kais, nos serviría de guia turístico en la ciudad de Jerash, a pocos kilómetros al norte, donde se conservan perfectamente un teatro y varias construcciones de la época romana. 



La noche la pasamos con unos compañeros internacionales de Basel, fumando un poco de sisha y bebiendo unos batidos. El alcohol en Jordania es dificil de encontrar o muy caro, por tanto su forma de salir y alternar es con la ya mencionada pipa de agua y con algún que otro té. Es una forma curiosa al principio, pero creo que me reultaría difícil vivir en un pais así por una temporada larga de tiempo.
Una vez más, gracias por todo, familia Anz...


Creo que la visita al Mar Muerto y el resto, lo dejaré para el último post.
Y lectores, una vez más, si teneis cualquier pequeña oportunidad, VIAJAR!

viernes, 3 de julio de 2015

Israel & Jordan I: Tel Aviv,Eilat,Aqaba,Wadi Rum

A principio de los 90, cuando era todavia un mocoso, veía una y otra vez la trilogía de Indiana Jones y me maravillaba la escena en "La última cruzada" cuando llegan al templo del Santo Grial y siempre dije que alguna vez iría allí. Tras años de espera, llegó ese momento y creo que regalarle el viaje a mi hermano por navidad fue una idea muy acertada :)
Volar a Tel-Aviv con Wizzair es una auténtica ganga, por lo cual nuestra aventura empezaría allí, con dos dias previos en Praga para saludar a viejas amistades y salir un poco de fiesta.

Los controles de seguridad a nuestra llegada al aeropuerto fueron esta vez más mucho más suaves que el año pasado cuando lo visité por primera vez. Una vez más usariamos el increible mundo de CouchSurfing para ahorrarnos una noche de alojamiento y para estar con un nativo, que siempre es mucho más interesante. Nuestra anfitriona sería una hebrea rusa que nos llevó a la gran fiesta que acontecía en la ciudad. Casualemte llegamos el dia de la Gran Gay Parade de Tel Aviv. Nuestro desayuno fue whisky, agua y un perrito caliente...


Antes de que se fuera el sol estabamos durmiendo dado el agotamiento del viaje y el empalme con la rave. Al dia siguiente cogeriamos otro vuelo (llegada al aeropuerto solo por taxi, debido al Sabbath) con destino sur, a orillas del Mar Rojo donde en escasos kilometros limitan Egipto, Israel, Jordania y Arabia Saudita, la ciudad costera de Eilat. Aquí poco que contar, dia de playa, mojitos y atardecer con música house de fondo. Un barco de la marina estadounidense acababa de llegar, asi que imaginar el caótico ocio nocturno que había por la zona.


La mañana posterior la usaríamos para cruzar la frontera menos concurrida en la que jamás he estado. Literalmente eramos las únicas personas lidiando con los militares para entrar a Jordania. Una tasa de 105 shekels a los hebreos por salir del pais y un "Welcome to Jordan" por parte de los musulmanes fue todo lo necesario para entrar en el pais más pobre en recursos de todo Oriente Medio y sorprendentemente uno de los más desarrollados.

En Aqaba los alojamientos cerca de la playa se situan a varios kilómetros al sur de la ciudad y solo se puede acceder por taxi o con autobuses locales sin horarios. Encontramos un complejo de casitas individuales que empezó siendo un asentamiento de beduinos. Teniamos piscina, menus para comer y cenar y lo más importante, a 50 metros de la playa. Aqaba es famoso por ser una de las mejores zonas para hacer snorquel de todo el mundo, siendo fácil acceder al gran coral que sostiene todo el territotio, unos cuantos barcos hundidos e incluso tanques de las repetidas guerras. Una pena todo, pero yo aún voy despacito en cuanto a recuperación se refiere y no quise arriesgar praticando ningún tipo de actividad por segura que parezca.




En el mismo complejo de beduinos, llegamos a un acuerdo con un taxista local para que nos distrajera todo el dia posterior llevándonos al paraje natural de Wadi Rum y más tarde que nos dejara en Wadi Musa.
Un niño de unos 14 años, aunque insistia en que tenía ya 18, nos sirvió de guia y conductor por las dunas desérticas de Wadi Rum. Hicimos 5 o 6 paradas en puntos estratégicos y las vistas dejaban la boca abierta a cualquiera.






La continuación del viaje lo dejaremos para el siguiente post, porque aún queda tela....
Por cierto en unos dias, una vez más, Suecia me espera :)