viernes, 15 de junio de 2018

Indonesia: Lombok

Y llegó la hora de contar la parte final de mi paso por Indonesia (tranquis que el viaje aún no acaba aquí) que fue quizás la que más me gustó, la isla de Lombok.


Atravesamos via ferry los escasos kilómetros de mar que nos separaban para llegar a Bangsal. Hicimos viaje en taxi de un par de horas con parada en la ciudad de Mataram donde esperábamos a Laura que se había ido más pronto por la mañana para recoger su pasaporte en el consulado. Habíamos enganchado a Sara, una simpática inglesa que había cambiado de planes por venirse con nosotros, pero habiamos dejado atrás a los alemanes (que se unirían un dia después) y los holandeses muy a nuestro pesar. Tardaron algo más de la cuenta con lo del pasaporte, por lo que tuvimos que comer en un centro comercial cercano y esperar a que les diera la gana de ponerle el maldito sello de una vez. Una vez conseguido, avanzamos hacia el sur hasta el pueblo de Kouta (que no Kuta de Bali). 


La primera noche nos quedamos en una acojedora villa de casitas independientes algo fuera del centro del pueblo que se encontraba a dos calles de costa. Aún así, fuimos a explorarlo un poco y a cenar una hamburguesa en una buena terraza. Aunque tiene variadas opciones de restauración y alojamientos, Kouta es, en general, una localidad bastante tranquila y poco masificada que sirve de campamento base para explorar la parte sur de Lombok.


Hay una comunidad muy numerosa de niños vendiendo pulseras e intentando apostar en materia de geografía contigo. Aquí uno de los momentazos cuando yo no supe la capital de Papua y la pequeña tampoco supo la capital de Kosovo. :)


El dia siguiente buscamos otro alojamiento metido en el meollo para pasar mis últimas 4 noches en la isla. Vinieron los alemanes y alquilamos la totalidad de las habitaciones para nosotros (eramos 9) y unas motos para empezar a visitar sitios. Me cuesta recordar una playa más espectacular que la que fuimos a continuación. Las fotos no dicen ni el 10% de la impresión real, pero aquí se puede apreciar algo del increible paisaje de Pantai-Tanjung Aan donde pasaríamos la mayor parte del dia tomando el sol, mar, birras y puesta de sol incluidas. 

 
 



El dia siguiente, Carlos y yo, lo dedicaríamos al surf en la playa de Selong Belanak. Primera toma de contacto con este deporte y no se dio nada mal. De hecho me levanté al primer intento, aunque se debe destacar que la playa era perfecta para principiantes y olas pequeñas. Lo hicimos con dos profesores locales de la escuela de Adeng-Adeng que se portaron genial y nos dieron unas buenas nociones.



Algún atardecer más, muchos kilómetros de moto (incluido accidente de Dorian de consecuencias leves pero suficientes para no volver a montar en ella) y fiestas nocturnas en el Bus Bar fueron mis últimos coletazos indonesios y lugar donde me despediría de mis compis de viaje catalanes y de Tobi.

 
 
 
 

La vuelta a Bali la haría en compañia de Koljak y Paul y fue más larga y pesada de lo previsto. Nos recogería un taxi pronto por la mañana para llevarnos a Lembang, esperaríamos 3 horas en el puerto antes de coger el ferry que tardó otras 5 horazas. Tras ello una minivan horrible y saturada de equipajes y gente nos llevaría cerca de Denpasar durante dos horas más y allí haríamos un descanso para cenar algo y coger el transporte final que nos llevaría a Nusa Dua por tercera vez en mi caso.


Allí estaba toda la familia del House of D16, incluida Paula que seguía con sus clases de inglés por la zona. Todo un lujo poder pasar mi última noche con esos cracks! 



Aún habría tiempo de vaguear toda la mañana siguiente en la piscina para ir al aeropuerto después y hacer Singapore-Amsterdam-Madrid del tirón.

Indonesia es enorme y dificil de abarcar por su situación isleña, por lo que será necesario volver en una o varias ocasiones para visitar Sulawesi, Borneo, Sumatra, Flores, Komodo o incluso Papua, ¿por qué no?

Y Madrid me acojería por poco más de 4 dias, porque de nuevo un avión me estaba esperando con los motores preparados.... Destino? Próximo post.

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