miércoles, 13 de junio de 2018

Indonesia: Gili Islands

El núcleo femenino había desaparecido (Ester y Sara seguirían viendo templos balineses y Laura se iría a Lombok a tramitar la extensión de su visado) y quedamos Carlos Tobi y yo, que nos dirijimos en ferry a las islas Gili, un archipiélago de tres islas diminutas a pocos kilómetros de la costa de Lombok, la isla inmediatamente al Este de Bali.


Las tres islas, por orden de mayor tamaño y mayor distancia a la costa de Lombok, resumiéndolas son:
- Gili Trawangan o simplemente Gili T: la isla de fiesta por excelencia. 
- Gili Meno: para enamorados y lunas de miel, muy muy tranquila.
- Gili Air: turismo algo más hippie y un equilibrio entre las otras dos, fiesta y paz dependiendo donde te muevas. Muy conocida también por el consumo de setas alucinógenas.

Pues bien, llegamos primeramente a Gili T a un hostal con piscina y ambiente que sería básicamente de lo que disfrutáramos durante los dos dias después. Beer Pong, música en directo y mucho alcohol fue la dinámica esencial de esta isla. A todo esto, Laura volvía a reunirse con nosotros allí, y conoceríamos gente variopinta que sirvió para crear un buen grupillo.


A destacar una historia curiosa con una pareja de holandeses, Eva y Nick, el cual éste último había sufrido un accidente con un kart un año atrás y aún sufría episodios de amnesia que afectaban a su memoria. No se acordaba de la mitad de las cosas de las que hablábamos y de vez en cuando cambiaba de idioma sin darse cuenta haciendo más que curiosa la comunicación con él.

La isla está llena de caballos y bicicletas que sirven de transporte, ya que no existe ningún vehículo motorizado y de ingleses y australianos de despedidas de soltero/a. Lo de las raves y macrofiestas a la orilla del mar contribuyen un poco a la degradación y contaminación de la zona, que por otro lado es la forma de ganarse la vida de los habitantes locales. Aunque debo de reconocer que me lo pasé en grande, creo que dos dias y sus respectivas noches fueron más que suficiente.
La puesta de sol en la costa oeste de la isla, que a su vez es la menos concurrida, no tuvo desperdicio. Aquí parte del grupo Gili:



Nos saltamos Gili Meno por las referencias que recibimos de gente diversa, diciendo que era un poco aburridilla y decidimos ir a Gili Air. Isla de 5 km de perímetro (me la hice varios dias entrenando) que combinaba muy bien, como ya he dicho antes, las puestas de sol, los bares y el buen rollo. Llegaríamos, sin embargo, a un hostal donde dormiríamos en un simple colchón en el suelo con mosquitera, que me parecería genial si no fuera por el precio que era similar a cualquier cabaña con baño de la zona.


Cambiamos de alojamiento al dia siguiente y efectivamente encontramos otro con una piscina espectacular en el centro recién estrenado y muy barato. Decidimos quedarnos allí 3 dias más y consolidar el grupo con otro poco de gente comiendo y yendo a la playa juntos. También harían aparición de nuevo Koljak y el resto de alemanes que dejamos atrás en las lejanas montañas del Bromo, haciendo el clan más grande y multicultural si cabe.





Hicimos una pequeña excursión con un barco de un pescador pudiendo ver tortugas marinas y las famosas estatuas del fondo del mar, que un artista las ha colocado estratégicamente como reclamo turístico.

 

Como también había mencionado anteriormente hay una tendencia a consumir sustancias psicolépticas en esta isla dado el flipe de colores, estrellas y selva que el ambiente te puede ofrecer. Alguno de los alemanes estuvieron "de viaje" un par de horas gracias a las setas, pero los demás no tuvimos tanta curiosidad y nos conformamos con las cervezas de rigor.

Si vais alguna vez por allí no os perdais por favor las pizzas del "Classico Restaurant". Dificil de superar! Ñammmm ...os lo dice Koljak...


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