sábado, 1 de abril de 2017

Nepal: Pokhara, Poon Hill Trekking

Dejando atrás la polvorienta y contaminada Kathmandú y al genio de Bijay, cogí un autobús que me llevaría a la segunda ciudad más conocida del pais, Pokhara. Allí me reuniría de nuevo con Camilla, la cual ya se había encargado de encontrar el hostal más barato de los alrededores.

El primer dia simplemente hubo tiempo de ponernos al dia, pasear por la calle principal a orillas del lago con infinidad de oferta gastronómica y tiendas de souvenirs y de montañismo, finalizando con una merecida cerveza San Miguel.


Tras el descanso de la primera noche, era hora de planificar un poco el trekking que haría con Camilla en busca de las tan codiciadas vistas de los picos de los Annapurnas, una cordillera con picos de hasta 8200 metros. Para ello, se debe pagar un guia y un sherpa (grupo étnico especializado en el cargamento de equipajes y mochilas pesadas en las rutas de trekking de Nepal), o bien ir por libre  que es obviamente la opción más económica y aventurera por la que nos decantamos. Aún así, se debe pagar un permiso de entrada al parque natural de unas 2000 rupias y la tarjeta de senderista independiente por otras 2000, todo ello tramitado en la oficina de policia de Pokhara encargada de los permisos.

Olvidaba uno de los puntos fuertes de mi viaje este mismo dia, con la brillante idea de experimentar el vuelo en parapente. Enganchado a un instructor, te tiras desde una montaña cercana a la ciudad donde las vistas del lago y de las cordilleras más próximas se dejan ver a la vez que haces otos y videos de la locura de actividad en cuestión. Para ser honesto, estaba acojonado en el viajecito en furgoneta subiendo a la montaña, pero el vuelo posterior fue increible y muy divertido. El descenso acrobático que hizo mi instructor hizo que me acordara de toda su familia....pero una vez más, experiencia intensa y adrenalítica cien por cien recomendable.




Nos decidimos por hacer una variante del famoso trekking de Poon Hill que iriamos modificando sobre la marcha con el paso de los dias. El primer dia caminamos durante 6 horas y media empezando en la aldea de Nayapul (a la que llegamos mediante un bus local desde Pokhara). La ruta ese dia, con algunas de sus respectivas alturas, fue:
Nayapul (1070 m), Birethanti (1025 m), Matathanti, Lamdawali (1160 m), Banihgara, Sudame (1160 m), Hille (1430 m), Tikhedhungga (1540 m), Besi y Ulleri (1960 m).



Con estas altitudes el mal de altura no debería estar muy presente (al menos hasta los 3500 m), pero aún así se recomienda no subir mucha diferencia por dia. Yo por mi parte, no noté absolutamente nada en cuanto a respiración o cabeza se refiere, pero las piernas si que es verdad que se trabajan a base de bien desde el primer dia con tanto escaloncito.




Al ser febrero y estar aún en temporada baja es muy común que los refugios y las casas de huéspedes de los pueblos te ofrezcan alojamiento gratuito con tal de que pagues una cena en su restaurante. Obviamente en la montaña los precios son más elevados que en Pokhara, por el esfuerzo que hacen en subir toda la materia prima. He dicho sólo más elevados, porque aún así no se puede considerar caro que por 3 o 4 euros cenes, duermas y desayunes :)


El segundo dia de trekking, que duró unas 5 horas, la ruta fue la siguiente:
Ulleri (1960 m), Banthanti (2210 m), Nayathanti (2430 m) y Ghorepani (2860 m)

Ya empezábamos a hacer los primeros amigos por el camino y la oferta de pagar cena y dormir gratis seguía funcionando. Los grandes picos de los Annapurnas se dejaban ver de vez en cuando y los senderos y los pueblos daban un toque mágico a la excursión.



El punto más alto y objetivo principal de la ruta era subir a la colina de Poon Hill y contemplar un amanecer diferente a los ya mas que acostumbrados en las playas asiáticas. Esta vez los picos de 8000 metros rasgaban el horizonte dejando imágenes dignas de póster o postal, a  la vez que los primeros rayos de sol cambiaban los colores del cielo.





Para ver esto, fue necesario levantarse a las 4:50 para subir 1 hora antes de la salida del sol hasta la colina con una altitud de 3193 m. Después de bajar seguiriamos el camino otras 6 horas más haciendo:
Poon Hill (3193 m), Ghorepani (2860 m), Deurali (3106 m), Banthanti (3180 m) y Tadapani (2630 m).

El cuarto dia, un chico holandés llamado Bryan se unió a nuestro tour y caminamos durante 8 horas. Sin niguna duda el dia más duro con subidas y bajadas constantes:
Tadapani (2630 m), Melache, Komrong (2250 m), Ghandruk (1940 m), Kyumi y Landruk (1565 m).





El último dia de nuestro trekking duró 7 horas pasando por:
Landruk (1565 m), Tolka (1700 m), Pitam Deurali (2142 m), Pothana (1890 m) y Damphus.




No pudimos acabar de orma mejor que encontrándonos con una rave de nepalis en el medio de una pradera a la que muy amablemente nos invitaron y quemamos nuestras últimas calorias bailando. Recuerdo perfectamente la maldita noche que nos dieron los ladridos de los perros esta vez y que nos restaron varias horas de sueño.



Pudimos ver los siguientes picos en la cordillera: Dhaulagiri (8167 m), Tukche (6920 m), Nilgiri (7061 m), Anapurna I (8091 m), Anapurna South (7219 m), Hiunchuli (6441 m) y Machha Puchhre (6997 m).

Experiencia inolvidable y que estoy seguro que repetiré en un futuro, pensando incluso en subir hasta el campamento base o hacer lo mismo en la otra cordillera del Everest.

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