viernes, 25 de julio de 2014

Bulgaria

Nuestro (mi compi de piso y yo) intento frustrado de visitar Jordania via Israel, fue moderadamente solventado cambiando destino a Bulgaria en un viaje con excasa información o preparación.
Nuestro destino pues sería la costa búlgara del Mar Negro en las inmediaciones de Bourgas. El avión lo cojeriamos desde la que empieza a ser mi usual base de operaciones, Budapest, donde pasamos un par de dias aprovechando el buen tiempo y los dias libres.
Cada vez que voy a la capital húngara, descubro algo nuevo y esta vez sería la visita interna guiada del Parlamento.

Datos históricos a destacar son que es el tercer Parlamento más grande de Europa y que la corona real que se conserva en el interior es una de las más antiguas del mundo. Fabricada en el siglo X, la única con denominación sagrada y como curiosidad su cruz que está inclinada hacia la izquierda fue fruto de un ensamblaje en el siglo XVI que la dañó y se ha conservado así en la actualidad incluso en su escudo de armas o su bandera. 


Tras la visita fugaz por Budapest, volaríamos al diminuto aeropuerto de Bourgas y nos dirijimos a un resort alo más al norte llamado Sunny Beach. Sinceramente lo reservamos sin informarnos mucho y al llegar nos dimos cuenta que era la cuna de la locura adolescante de toda Escandinavia y Reino Unido. Incluso da lugar a un reality de la MTV, tipo Gandia Shore.
El hostal de 10. Piscina, desatuno incluido, baño privado y todo tipo de facilidades por 25 euros por las 3 noches. Si, amigos, Bulgaria es muyyyy barato.
Esos tres dias se resumen en playa, piscina, barras libres de alcohol a 7 euros, fiestas de la espuma, happy hours y demás eventos verbeneros.


Aunque suene divertido, nuestra edad no aguanta un ritmo tan intenso y llega a ser incluso algo monótono y decidimos desplazarnos al sur a un pueblo pesquero llamado Sozopol. Una encantadora localidad asentada en una pequeña península donde el turismo internacional es bastante escaso.
Nuestras nociones de checo nos sirvieron perfectamente para sobrevivir al alfabeto cirílico y a pedir en los bares. Nos alojamos en el sótano de un apartamento regentado por una abuelita muy entrañable y sus dos nietas que nos acojieron de maravilla. Nos sacaron de fiesta por la noche y nos aconsejaron los mejores sitios para cebarnos a mejillones ;)

 

Dos dias de relax en las playas de Sozopol serían nuestro adiós a tierras búlgaras, volviendo ya a Brno, con un constipado de campeonato y planeando mi próxima escapada playera....mi idolatrada Torrevieja :)

Os dejo con Jason Dunn, separado ahora de unas de mis bandas de pop-punk preferidas, los Hawk Nelson

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