Dubai I

Dubai, la ciudad más espectacular en términos de arquitectura moderna y ostentosidad que he visitado y probablemente que exista. Sin duda un sitio que no deja indiferente a nadie. 

Como hacer de una ciudad tan lujosa un viaje low cost? Bueno, para empezar, teniendo amigos por todas las partes del planeta, cosa de la que estoy muy orgulloso y que trabajo duramente para mantener el contacto con todos y cada uno. Como maestros de ceremonias Omar y Valentina, que nos dejaron dormir en su apartamento a mi hermano y a mí. 

Antes de comenzar a relatar la experiencia de los Emiratos, destacar también la amabilidad del señor Tamaz, dueño del Barocco Hostel en Budapest, que nos dejó dormir la noche previa by the face, devolviéndome así algún favor que otro en el envio de backpackers.

Aviso para españoles, ningún tipo de visado es requerido. Llegas al aeropuerto, te ponen el sellito en el pasaporte y pa’ dentro :)

Primera noche, al llegar a Dubai tras 6 horazas de vuelo, solo quedó tiempo para relajarnos un poco en la terracita, la piscina, comer unas pizzas, contar viejas batallas de Karlskrona y sobre todo disfrutar de nuevo de la manga corta en ‘puro invierno’ a 30 graditos. Parece que Gokuh sigue presente allá donde voy, esta vez con el pseudónimo de Zaatar ;) 

La extensión de Dubai es realmente grande lo que hace imposible alcanzar distancias a pie, con la consecuente necesidad de un coche o taxis en su defecto, que son una media de 4 o 5 veces más baratos que en Europa, dado que el petróleo les sale por las orejas.

El dia siguiente lo dedicamos al centro comercial Dubai Mall en el cual se encuentra un espectacular acuario con cantidad de tiburones, mantas y peces peculiares. En sus alrededores, pudimos contemplar la majestuosidad del Burj Khalifa, la estructura más alta creada por el hombre. Un edificio de 830 metros de altura, que dificulta el encuadre en las fotos. 

Volvimos en el metro a la parte de la famosa Jumeira Palm, paseando por las inmediaciones de Dubai Marina y echándonos una señora siesta en la playa.

Tras ello, relax en la piscina y preparados para las copas de por la noche. El siguiente dia daría bastante de sí. Empezando la mañana con una pequeña resaca, cogiendo el funicular por toda Jumeira Palm, viendo toda la lujosa Golden Mille y terminando en el impresionante Atlantis Hotel, literalmente dentro del Golfo Pérsico.

Otro dato curioso que me llamó la atención es el porcentaje de población en los Emiratos: locales son tan solo el 10%, 20% extranjeros de todo el mundo y un 70% de indios. El cerdo es muy dificil de conseguir y besarse en público no está permitido ;) 

La visita al desierto y un par de cosillas más, las dejaré para el siguiente post.