jueves, 13 de febrero de 2014

Israel II: Jerusalem

No podiamos haber llegado a la ciudad de Jerusalem en mejor momento como el viernes, cuando empieza en Sabbath semanal para los judios. Una experiencia muy interesante sobre todo, ya digo, en la capital israelí.

En menos de 1 hora en autobús llegamos a nuestro hostal (8º mejor del mundo según la base de datos de Hostelworld), Abraham. Dada la "pequeña resaca", lo primero y estrictamente necesario fue una siesta para reponer fuerzas. Casualmente nuestra compañera de habitación iba a ser una chica del mismisimo Cesky Krumlov. 
Tras el merecido descanso, empezamos nuestro paseo por la ciudad vieja, donde está todo el cotarro. Las 3 religiones conviven de una manera relativamente pacífica, pero con un fanatismo fuera de lugar en mi opinión. Judios ortodoxos corren empujando para no perderse el rezo en el Muro de las Lamentaciones , mientras se escucha la llamada a la mezquita por los altavoces musulmanes y a su vez, los coptos y frailes hacen sonar las campanas de las iglesias católicas. Y toda esta locura en una extensión de apenas 0,9 km².


Nuestro objetivo principal fue presenciar el Sabbath en estado puro viendo miles de judios ultraortodoxos amontonandose en el famoso Muro, el único resto de los muros de contencción construidos en la época de Herodes  el Grande (si si, el "malo" que poniamos de pequeños como figurita en el Belén). 

Seguimos la ruta por los estrechos pasadizos del barrio musulmán, sin poder entrar a la parte de la mezquita por prohibición espresa a los no musulmanes. Luego imitamos el calvario de Cristo por la Via Dolorosa que nos llevaría a uno de los sitios más importantes para el cristianismo, el Sagrado Sepulcro, donde en teoria enterraron a Jesús.


Ese dia, tras comer un típico falafel, acabamos en el bar del hostal interactuando con los backpackers. La conversación a destacar fue la de una rusa que nos intentó convencer del milagro de la llama sagrada del Santo Sepulcro que encendía las velas milagrosamente cada Sábado Santo desde hace 2000 años. A mi me suena a timito de la estampita, pero allá cada uno con su fé ... :)

El Sábado, que seguiamos de Sabbath, volvimos a la ciudad vieja esta vez por el barrio musulmán, llegando así al antiquísimo Monte de los Olivos, descrito centenares de veces en la Biblia. Visitamos las iglesias principales, la tumba de Maria Magalena, la de la Virgen Maria e incluso al cementerio judío mucho más reciente, donde llace Oskar Schindler (el de la famosa pelicula de La lista de Schindler).




Y por cierto, mirar a quién me encontré... Gokuh!


Cuando el ambiente de rezo se relajó un poquito en el Muro de las Lamentaciones, pudimos pasar a hacernos la típica foto, con Kipa (el bombín judio) y todo :)


La parte más extraña y oscura sería el Monte e Sión, donde los ultraortodoxos judios rezaban con pasión y empujaban si estabas en su camino. La habitación donde se encuentra la tumba de David era la boca del lobo literalmente, el mínimo gesto de acercarse a ver lo que acontecía era motivo de miradas que invitaban a la huida, estoy hablando de un par de decenas de ortodoxos no muy cuerdos en mi opinión. Lo más impactante del tema era un musulmán también rezando como un poseso a la entrada del mismo.

Justo encima de la tumba de David se encuentra el Cenáculo (la habitación donde tuvo lugar la última cena), el cual estaba bastante abandonado y sin ninguna indicación (los cristianos no pintan nada en ese área), lo que nos dificultó su hallazgo.


Para rematar la faena, cenamos en un restaurante armeno una sopita con carne y arroz que no tenía desperdicio.

A nuestra vuelta al hostal observamos como los ortodoxos se tomaban muy en serio lo de no trabajar, no conducir o no transportar (ley del Sabbath), taponando a pie las carreteras e increpando a los no judios por coger el coche, repitiendo algo asi como "Ades, ades!" a algún valiente comerciante que se habia atrevido a abrir (probablemente musulmán). Una gran patrulla cual ultras en un partido Mardrid-Barca.


El Hostal de 10. Nos deleitó con una sesión de masajes gratuitamente de espalda, de acupuntura, y de cabeza. Casi una horita de relax que me dejaron como nuevo la verdad.



No quiero olvidarme de mencionar la cantida de soldados que patrullan por todo Jerusalem. Azoteas, tranvia, templos sagrados....todo está controladisimo por estos jóvenes con metralleta.

La noche transcurrió algo más movidita esta vez, gracias al botellón que hicimos en el hostal y unas cuantas amistades que echamos jugando al futbolín.


El último dia nos sirvió para entrar en la explanada musulmana y observar la majestuosidad de las dos grandes mezquitas, la de rezo y desde la cual Mahoma ascendió al cielo. Todo esto justo detrás del Muro de los Lamentos....menudo cacao tienen allí montado.


Otro dato curioso es el llamado síndrome de Jerusalem, por el cual el individuo entra en un estado paranoico creyendo que es un personaje bíblico. Esto no es mentira, buscarlo si quereis.

No nos pudimos despedir sin antes probar una Shakshuka, que es una especie de kebab que estaba de maravilla. Vuelta a Brno sin complicaciones, a excepción de los 30-40 minutos de interrogatorio que me tuvieron en el aeropuerto de Tel-Aviv:
Como te llamas? Has estado en Hebrón? Hablas árabe? Como te llamas otra vez? Turismo? Cuantos dias?...y un largo etcétera... en fin, una pasada de viaje :)

Próximo destino Dubai....

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