martes, 16 de abril de 2013

Thailand II: Ko Phi Phi, Krabi, Bangkok

Como avancé en el post anterior, hubo serias dudas de qué dirección tomar para continuar nuestro viaje tailandés. Nos hablaron muy bien de Ko-Lipe, pero por motivos geográficos y de tiempo, finalmente nos decantamos por visitar la isla más famosa de toda la costa: Ko Phi Phi.
En realidad son dos islas diferenciadas, Ko Phi Phi Don, la parte habitada y llena de chiringuitos y discotecas y Ko Phi Phi Leh, la zona de reserva natural.
Es una isla muy pequeña donde se puede ir a pie a todos los sitios. Habiamos elegido unas cabañas que se encontraban en una pequeña colina a unos 5 minutos de la playa. El paisaje era realmente espectacular, pero creo que la masificación de turistas y las noches de cachondeo han empezado a destruir el encanto de la isla, dejando áreas enteras como auténticos vertederos. Nada más dejar las mochilas en la cabaña, pagamos el tour para visitar Ko Phi Phi Leh y alrededores en una barca de popa larga.

Primera parada de mencionado tour, fue la Monkey Island, donde los macacos paseaban a sus anchas y robaban lo que podían de los turistas; nuestra crema solar por ejemplo, la cual acabó en la rama de un árbol siendo el postre nutritivo de uno de los monos (vaya diarrea que pillaría luego supongo).


Vimos las cuevas donde se refugiaban los piratas y donde ahora malviven gitanos de mar.Tras ello, hubo un par de horas de snorkeling en un cabo de acantilados de aguas cristalinas. El paisaje, repito una vez más, era de película.





Y como no podía ser de otra manera, llegamos a la reserva natural de Maya Bay, donde se rodó la famosa película de Leonardo Di Caprio, La Playa. Creo que no existen palabras para describir el paisaje de esta bahía, los minutos pasaron como milésimas de segundo contemplando el lugar en cuestión. Una vez de vuelta a los chiringuitos nos ofrecieron incluso trabajo de guias turísticos para acampar durante la noche en aquella playa, y decir "lo siento, tenemos que volver a Europa" fue necesario a la vez de triste.



Antes de volver a la isla, pudimos contemplar uno de los atardeceres más bonitos que ví jamás y en la mejor compañia.


Por la noche, bebimos unas cuantas cervezas y algún que otro cubo de playa lleno de Ron, bailando por los chiringuitos a la orilla del mar y viendo los juegos pirotécnicos que los thais hacian. Había también un bar donde el espectáculo lo ponian los clientes, básicamente enfrentándose unos a otros en el ring de Thai Boxing que había en el medio para conseguir una cubeta de whisky como premio. Recuerdo con mucho humor un sueco que se las dio de entendido, flipado y musculitos mientras calentaba en un rincón del cuadrilatero y al cual se fulminaron casi por K.O. en un par de asaltos....vaya risas jajaja
Optamos por quedarnos un dia más para disfrutar un poco de la playa y tomarnos unos cuantos batidos a la vez que nos pateábamos todas las tiendas en busca de algún que otro souvenir y alguna camiseta por simple necesidad, ya que nuestras mochilas emitian un olor dignas de ser echadas a la hoguera cual bruja en época medieval.
Nuestra siguiente parada fue la ciudad de Krabi via ferry, donde batimos records de alojamiento económico, una habitación muy aceptable con baño propio por tan 7 euros. Aprovechamos para hacer nuestra segunda lavadora del viaje, darnos un paseo por el mercado thai nocturno y para darnos otro masaje de pies.
El dia siguiente pagamos por una excursión a unos afluentes al norte, cerca de Ao-Nang, donde ya habíamos estado previamente, y donde pudimos practicar un poquito de kayaking para tonificar esos brazos. :)


De vuelta a Krabi, aprovechamos para cenar algo y darnos otro masaje, cambiando de modalidad esta vez por uno de espalda con aceites y darnos el último paseo visitando uno de sus templos:


Cogimos un autobús nocturno que nos llevaría a Bangkok y encontramos alojamiento en un hostal situado en un barrio muy Thai, que tal fue sue encanto que decidimos quedarnos allí hasta el final de nuestro viaje con excepción de algunas escapadas que contaré en los posts siguientes. La mañana en Bangkok fue dura tras el viaje en carretera por la noche, pero nos quedaron fuerzas para deshidratarnos un poquito por las concurridas calles de China Town , visitar el gran Templo de Wat Po, los alrededores del Palacio Real e incluso el mercado de amuletos de Maha Rat.






Aquella misma noche, paseando por los alrededores de Siam Center y el centro comercial de MBK, nos topamos con el campeonato mundial de Muai Thai Pro-Amateur. No llegamos a tiempo de ver como eliminaban a los españoles, pero si pudimos ver dos grandes combates entre Francia - Kazakstan y Ucrania - Bulgaria.


Me despido con las fotos del postre posterior a la cena de esa noche: saltamontes, larvas, escarabajos y cucarachas....(en serio que me los comí y tengo videos para probarlo, pero por motivos de exceso de megabytes no los puedo postear).




Cerramos con un señor AWAKENING = )

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