miércoles, 3 de abril de 2013

Cambodia: Angkor Temples

Como ya dije el título del blog se empieza a quedar un poco corto dados los últimos viajes a Asia, pero he decidido dejar el nombre original para recordar desde dónde y como empecé a viajar ya hace más de 6 años.
El viaje que relataré en los siguientes posts (múltiples entradas debido a la cantidad de experiencias y sitios visitados) está situado en la maravillosa Tailandia, pero poco después de llegar nos dirijimos al país vecino, el cual describiré en las siguientes lineas.
Nunca había hecho un viaje tan largo en avión, 3 horitas a Moscú y tras ello casi 10 horas a Bangkok. 
Llegamos muy temprano por la mañana al hostal donde debíamos alojarnos por lo que tuvimos que costrear unas horas más en la recepción mientras llegaba la hora del check-in. Fue un dia bastante tranquilo, planificando tán solo en como llegar al dia siguiente a Camboya. Aún así dio tiempo a darnos nuestro primer masaje de pies tailandés (1 horita, unos 5€) y más tarde mientras Carmen dormía la siesta, yo me animé a dar un paseo por China Town y comprarme unas chanclas, indumentaria muy necesaria para todo el resto de la aventura. Ya fuera por el cambio de horario, por el aire acondicionado a máxima potencia o por el ruido de la recepción, yo no pude dormir ni un sólo minuto, cosa que aproveché para desvelarme viendo el Real Madrid - Manchester.
Tras unas horas, empezamos nuestro largo viaje con destino camboyano: tuk-tuk a la estación de trenes, 6 horas de tren hasta Poipet y otro tuk-tuk hasta el borde fronterizo. La frontera por tierra nos robó casi 3 horas de trámites entre visados, intentos de soborno con la policia corrupta, colas infinitas de turistas a 40ºC y 20 dólares por barba para poder entrar en el pais.
Con todo este trámite es normal la intención de socialización y es así como conocimos a una pareja americana que nos acompañaría en los 2 dias siguientes en nuestro paso por Camboya.
Desde Poipet hubo que coger un taxi de mas de 2 horas entre los americanos y nosotros hasta Siem Rep, la ciudad base donde nos alojaríamos el siguiente par de dias.
Tras descansar el palizón de viaje, conocer un poco la ciudad de Siem Rep y sobre todo su calle de Pubs, nos dimos un chapuzón en la piscina del hostal y esta vez si que pudimos dormir por primera vez en todo el viaje.
El dia siguiente fue dedicado exclusivamente para contemplar la majestuosidad de los templos de Angkor, ciudad que siglos atrás fue la más grande preindustrializada del mundo. Dada su larga extensión, fue necesario alquilar un tuk-tuk para todo el dia. En la visita a los templos, solo Kristen (la chica de la pareja americana) nos acompañó.
Antes de las 6 de la mañana estabamos en los templos para poder ver el amanecer y captar momentos como estos:





Y la siguiente foto es simplemente para mostraros la pobreza que existe aún en paises como Camboya, niños bebiendo agua de charcos o pidiendo un bocado de tu bocadillo. :(


Tras el gran templo y meternos un buen desayuno en los puestos callejeros vecinos, el conductor del tuk-tuk nos hizó el lio, contándonos historias de unas cascadas que teniamos que ver a unos 30km del primer templo. Le hicimos caso y nos llevo a un lugar donde tendríamos que subir 2 km a pie por una montaña selvática. Nos tomó casi 1 hora llegar a la citada cascada, para llevarnos la sorpresa de ver poco más que esto:


Si sería una cosa muy importante y super antigua, pero no merecedora de 2 horas de tuk-tuk y otras 2 de senderismo caluroso.
El caso es que después fuimos a ver un poco más de los templos y después mi parte favorita que fue sin duda la zona donde los árboles habían crecido y se habían entrelazado con las propias ruinas, típica estampa del templo de los monos del famoso Libro De La Selva con Mogli.












Como curiosidad, a destacar el éxito mundial que está teniendo el dichoso Ganga Style, percibiéndolo en una fila entera de señoras mayores japonesas que al oir un politono con la melodía pegadiza, empezaron a bailarlo como si de un videoclip se tratase.

Por la noche, hicimos algunas compras y cenamos con nuestros amigos americanos en la calle de los Pubs. Nos despedimos de ellos y nos dimos el último baño en la piscina de nuestro hostal.
El dia siguiente volveriamos a Bangkok con una aventura a la inversa de la contada anteriormente, pero igual de agotadora. La particularidad fue el cambio de fecha que nos hicieron en la Visa tailandesa, porque al entrar por tierra te proporcionan tan solo 14 dias, cosa que nos pasaría factura al final del viaje, que ya escribiré más adelante.
Os despido con un foto de un mono....¿por qué no?


Ser buenos...

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