jueves, 11 de abril de 2013

Thailand I: Ao-Nang, Ko-Lanta, Ko-Rok

Nuestro objetivo primordial a la llegada a Bangkok tras el palizón de viaje camboyano era darnos un buen masaje de pies. No hubo que buscar mucho para encontrarlo :) Nos alojamos en un hostal cerca del Sky-Train (la linea que te lleva directa al aeropuerto internacional) para el dia siguiente volar hacia el sur.
Nuestro destino aéreo fue Krabi, una de las ciudades más visitadas de la costa de Andamán. A nuestra llegada hubo que luchar bastante para conseguir un medio de transporte que nos dejara en Ao-Nang, pequeño pueblo de pescadores donde teniamos nuestro siguiente alojamiento. El sitio en cuestión estaba relativamente cerca pero de dificil (o caro) acceso terrestre, por lo que de pura casualidad un pescador gitano se ofreció a llevarnos en su bote de popa larga, la típica estampa tailandesa vamos.
Llegamos al Long Beach Resort, un pequeño complejo de cabañas de bambú en primera linea de playa y totalmente aislados de la ciudad por el módico precio de 600 BTH (unos 15€) por cabaña. El sitio era idílico.






Pasamos dos dias relajándonos en esa playa y hinchándonos a noodles esquisitos que preparaban en el chiringuito del resort. Una perra de tres piernas nos acompañó en esas tardes largas de sol, hamaca y  lecturas. Era impresionante ver la variación de marea alta y baja que acontecía a diario, con centenares de metros de diferencia. 
El segundo dia incluso nos animamos a alquilar una scooter y darnos un paseo por Ao-Nang pueblo. El resto, más playa, sol y chill-out en nuestra cabañita.

A mi me dio realmente pena irme del sitio, pero debíamos seguir avanzando y descubriendo más lugares, inclinándonos pues por la opción de ferry a la isla de Ko-Lanta. Llegamos por la mañana y tras esquivar la jauría de tuk-tukeros caza-turistas que esperaban en el puerto, llegamos a un hostal llamado Non La Mer. He viajado bastante estos últimos años y aunque sea dificil elegir donde fue mejor o donde fue peor, este hostal merecía sin lugar a dudas el puesto número 1 de toda mi experiencia mochilera, una maravilla de lugar la verdad. Tanto fue nuestra empatía con el sitio que decidimos quedarnos los 3 dias siguientes.


Disfrutamos de las playas de Ko-Lanta al máximo y de sus restaurantes chill donde nos volvimos a inflar a noodles. El segundo dia decidimos apuntarnos a una excursión de aparente interés a una isla no muy lejana (1 hora en un pequeño yate a motor) llamada Ko-Rok. Tuvimos toda una mañana para hacer snorkeling en unas aguas cristalinas llenas de corales y peces multicolores, pudimos comer piña y sandia en una de las playas más salvajes y hermosas que he visto en mi vida y llegó el dia de abrasarme vivo con la solanera que pegaba.












Nuestro último dia en Ko-Lanta decidimos pasarlo recorreriendo la isla con una scooter. Tuvimos el placer de conocer una divertida pareja española de jubilados residentes en Thailandia desde hacia años mientras comiamos, los cuales nos deleitaron con un sin fin de historias de viajes. Me quedé realmente flipado con comentarios como: "Si pues aquella vez en Mongolia...", "Pero Nepal nos gusta porque...", "El cuerno de Africa es precioso y..."  o " De America solo nos falta Costa Rica por visitar...habeis ido?!" Increible lo que me falta por recorrer aún :)



Esa noche hubo muchas dudas de cual sería nuestro próximo destino si Ko-Lipe o Ko-Phi Phi, pero dejemoslo para el siguiente capítulo

Toma temazo niño

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