miércoles, 8 de abril de 2009

Bari

Ir a Bari valió la pena. Un viaje en toda regla que probablemente sea el que más me ha gustado desde que llevo aquí en Italia. No sé si habrá sido el sol, el sur, el ambiente erasmus que allí se respiraba o simplemente que me olvidé del trabajo por unos dias, pero sin ninguna duda, la Puglia es bellisima. Pero contemos con un poco más de detalle estos dias.
Diana y yo llegamos ya de noche, pero con ganas de fiesta. Angelo y Rian nos esperaban en el aeropuerto y fuimos a dejar las mochilas a su casa. Nos tomamos una botella de Limonchelo previamente comprada en el Duty Free y estabamos listos para disfrutar de la noche baresa comiendonos unas hamburguesas en un puesto ambulante y bebiendo Peroni (birra local a 1 € el tercio) en el centro.
El sabado por la mañana Rian nos enseño el centro histórico y hicimos el típico turismo. Aquí la iglesia de Papa Noel (San Nicolás), unas ruinas romanas y la obra de arte que Rian decidió hacerle al pobre de Angelo:




La noche acabó en el centro de nuevo al ritmo de Peroni y con la aparición estelar de un amigo de Ramón, Pedro!! Un individuo peculiar, si señor. A destacar el nickname que se ganó al final de la noche: PEDRONI. Aquí una foto con la publicidad subliminal en l aparte superior derecha.



El domingo la cosa fue en plan excursión erasmus. Organizado por un loco de los castillos, nos llevó al famoso Castello octogonal dil Monte. Para más info http://it.wikipedia.org/wiki/Castel_del_Monte . El caso es que estaba construido con no se qué medidas matemáticas del número aureo o no se qué rollos. Estuvo bastante bonito la primera hora, pero las cuatro siguientes sobraron. La gente (yo incluido) quería matar al guía...que si esta piedra la toco un templario, que si esa inscripcion era de Federico no se qué...muy bien chavalote!! pero hay hambre y ya nos hemos dado la vuelta al castillo 10 veces, que tampoco es muy grande. Cuando se le acabó el repertorio al mencionado personaje, hicimos un break para comer y para bebernos otra botella de Limonchelo...simplemente como digestivo.



Por la tarde, nos llevaron a un pueblo costero llamado Trani. Tuvimos la oportunidad de tomar el sol, ver los paisajes, iglesias y por supuesto de tomarnos una Peroni bien fresquita. A destacar también el conductor de nuestro coche, el cual practicó una sofisticada técnica de tortura china con nosotros, al ponernos la misma PUTA (perdonar por la expresión) canción durante el trayecto de 1 hora. Fotos del paseo marítimo, Pedroni y yo en el puerto, y la pedida de mano a Rian.





Por la noche cenamos en una pizzeria napolitana varios de la excursion y unos cuantos amigos de Angelo. La noche acabó de nuevo en el centro aunque esta vez algo más calmada.
El lunes de madrugada nos despertaron los telefonos de familiares preocupados. En el centro de Italia había habido un gran terremoto que a dia de hoy la cifra de victimas ha llegado a más de 200. Para alivio suyo, nosotros estamos en Bari, es decir al sur...asi que...seguimos durmiendo. Un poco más tarde nos levantamos y tocaba excursión. Diana, Ramón, Pedroni y yo partimos hacia Polignano, una pequeña ciudad costera digna de ver. Algunas fotos del suceso:




Mirar que paisajes tenía aquello. Agua cristalina (algo fria por cierto) y acantilados preciosos.




Y luego casi sin darme cuenta, mi fin de semana en Bari había terminado. Rian y Diana me acompañaron al aeropuerto y Ryanair decidió esperar 2 horas más....asi que me tocó comerme un retraso. Mi problema iba a ser el llegar a Seregno luego, porque ya no había trenes. Durante el vuelo, estuve con una chica (la cual la conoci en el viaje de ida y casualmente venía en el de vuelta también) y con su familia. La prima pequeña no paró de preguntarme como se decían en español todas las palabras que se la iban ocurriendo. Pero con la tontería, me gané la confianza de la familia y amablemente me llevaron a Milan en coche. Después Sara se encargaría de llevarme hasta Seregno.
Y ahora de vuelta, trabajando y planeando el próximo finde. Por cierto, tengo un buen pálpito sobre un curro en Inglaterra, el cual me ha escrito un mail un tanto esperanzador....pero todo se andará. Ahora centremonos en mis últimas semanas italianas...
È un mundo difficile. Tributo a Tonino Carotone al que tuve el placer de ver en un concierto la semana pasada.




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