miércoles, 4 de septiembre de 2019

Romania: Alba Iulia, Sibiu, Sighisoara

Tras visitar las peculiares minas de sal de Turda, seguimos dirección sur hasta llegar la ciudad de Alba Iulia. Una localidad medieval rodeada por una gran muralla en forma estrellada y con un centro histórico digno de visita, con unas plazas y unas catedrales católicas y ortodoxas impresionantes.


Las calles de la ciudad estaban muy animadas con puestos callejeros y cantidad de bares. Nuestro hostal estaba a una pequeña caminata del centro, pero no nos importó el largo paseo para conocer aún más si cabe, la ciudad.


 

Al dia siguiente fuimos a visitar el castillo de Hunedoara o también llamado Corvinilor, que sinceramente es uno de la época medieval más bonitos que he visto (junto al de Pernstejn en República Checa). Había en el recinto también un pequeño museo de las torturas en el que pasamos unos minutos. 





La idea sería ir a dormir a Sibiu, otra ciudad medieval de la ruta transilvana con mucha historia y mucho ambiente. Quizás demasiado en esta ocasión, dado que acontencía un festival de rock y no había nada de alojamiento en muchos kilómetros a la redonda. Nos conformamos con unas cervezas y subir a la Tower Hall desde donde se divisaba toda la ciudad. 




 

Decidimos pues seguir avanzando y llegar hasta otra de las ciudades medievales más famosas de toda Rumania, Sighisoara. Apunte histórico importante aquí, ya que fue la ciudad natal de Vlad Tepes, más conocido como el Conde Drácula o Vlad el Empalador. Obviamente la ciudad y sus miles de tiendas de souvenirs giraban en torno a su leyenda e incluso clamaban conservar la habitación donde nació, ahora parte de un restaurante dentro del folclore turístico. Parece ser que en verano Rumanía no para de tener eventos y festivales y dio la casualidad que también había otro en esta ciudad, en este caso feria medieval. Esto nos hizo tener que reservar en un Hotel de 3 estrellas como única opción. Menos mal que fue con una oferta de última hora y no nos salió tan mal de precio viendo las facilidades, el desayuno buffet y el lujo al que no estábamos tan acostumbrados. Esa misma noche empezaba mi cumpleaños y Juanfran y yo decidimos ir a celebrarlo con unas cervezas. 



Para empezar bien el dia de mi cumpleaños, me despertaba con la sorpresa de tener ya un viaje pagado a Gran Canaria para visitar a mi hermano que ahora vive por allí. Seguimos paseando y descubriendo la ciudad de Drácula ya con la luz diurna y comimos un buen costillar en el mercado medieval de comida. 


Presto un par de fotos de la web porque no tengo un reportaje que haga justicia a esta bonita ciudad

Seguimos la aventura hacia la ciudad con más turismo del pais, Brasov, pero que merece ser contado en el siguiente capítulo

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