miércoles, 17 de enero de 2018

Belfast, North Ireland

Largo tiempo llevaba ya dándole vueltas a la idea de visitar la parte más desconocida de Reino Unido para mí, Irlanda del Norte. Que mejor manera de empezar el año y qué mejor compañía que la de mi hermano para hacer realidad este viaje.

A destacar el que, posiblemente, haya sido el peor aterrizaje que recuerdo hasta la fecha. Una cantidad de sacudidas y turbulencias violentas provocadas por el fuerte viento del atlántico que supusieron un primer intento fallido de aterrizar y ascender de nuevo para dar media vuelta e intentarlo una vez más tras otra hora extra en el aire. Tengo que admitir que ha sido la primera vez de preocupación real de que algo podía pasar, pero si estoy escribiendo estas lineas, significa que todo salió bien.

Por tanto, llegada a la capital de la República de Irlanda, Dublin. Ofertón que reservamos en el Black Friday de alquiler de vehículo con la compañía Budget: 25 € en total por un Seat Ibiza durante 5 dias!!! Ni tan mal :) No hay ni trampa ni cartón, simplemente que fue baratísimo. Los primeros momentos de duda en la conducción por el lado izquierdo y volante a la derecha fueron poco a poco mermando consiguiendo confianza suficiente en cuestión de minutos.

La lluvia y el frio no consiguieron frenar nuestra inminente visita a las conocidas calles de pubs del distrito de Temple Bar. Cayeron las primeras pintas irlandesas celebrando el nuevo año y una vez más que nuestro aterrizaje había salido bien.


El dia siguiente lo dedicamos a visitar la antigua cárcel de Kilmainham Gaol del siglo XVIII



Tras ello, pusimos rumbo al norte hacia nuestro destino real, Belfast. Ni siquiera 2 horas en coche separan a las dos ciudades, pero el cambio es evidente. Aunque ya no exista frontera física dado su pertenencia a la Unión Europea (ya veremos como les va a partir del Brexit), pasamos de medir los kilómetros a millas, de pagar en €uros a £ libras y demás estándares internacionales.

Tras acomodarnos en el hostal, fuimos a dar una vuelta por las calles del centro, viendo el City Hall por fuera e intuyendo el conflicto palpable en los distintos barrios que después explicaré. Acabamos en un bar de billares donde nos dejaron tirar nuestra propia Guiness y nos regalaron una camiseta por nuestra "proeza". En el hostal conocimos a un italiano llamado Mauro muy cómico y a la gran Mattie, una americana que enseña inglés en Málaga, con los que planeamos hacer un tour al dia siguiente para entender un poco mejor la historia de Irlanda del Norte.



El tour del dia posterior consistiría en el recorrido en taxi por las zonas calientes del conflicto, barrios segregados y murales conmemorando héroes o villanos, todo ello siendo explicado por nuestro taxista Steve. 12 libras por barba y 2 horas de un lado para otro empapándonos de la sangrienta historia reciente de este pequeño pais. Según los datos que sabía, los que me enteré allí y los que he leído después, intentaré contar el problema desde mi perspectiva neutral y de forma simplificada y como siempre, pido perdón si algún dato es erróneo o no se ajusta al 100% a la realidad.

Desde el siglo XII aproximadamente los ingleses hicieron intentos de invadir Irlanda, lo que supuso una guerra más o menos activa durante varios siglos. Hace unos 100 años la isla se dividió en dos partes, dada la influencia británico-protestante en la parte norte, separando así la República de Irlanda e Irlanda del Norte, que oficialmente pertenece al Reino Unido. Desde ese momento la segregación fue en aumento, haciendo diferencia entre católicos pro-irlandeses y protestantes pro-británicos. En la segunda mitad del siglo XX se constituyeron grupos paramilitares terroristas de un bando y de otro que a lo largo de tres décadas han dejado la friolera de más de 3500 muertos. El más conocido de estos grupos fue el IRA (pro-irlandés), pero existieron muchos otros como el PIRA, INLA y en el bando británico la UVF o el UDA. El conflicto llegó a tal punto que las autoridades británicas decidieron separar los barrios mediante muros (en algunas partes de más de 12 metros) denominándolos Muros de la Paz, cuando realmente representan segregación y odio. Estos muros aún existen y el toque de queda sigue hasta la fecha, cerrando los accesos entre barrios a las 19.00 horas cada dia. El terrorismo oficialmente acabó en 1998, pero la tensión nunca ha desaparecido. La visita por muchos de los murales lo deja ver.

 
 
 
 

 

Las banderas del Reino Unido e Irlanda conocidas por todos son:


Ahora bien, la bandera oficial de Irlanda del Norte (controlada por el Reino Unido) es:


Y la bandera no oficial que usan los católicos irlandeses que no reconocen el poder británico es:


El tour fue una pasada la verdad, aunque siempre será contado desde una perspectiva o la otra según sea el taxista. El nuestro era católico, por lo que algunas veces se refería como a los terroristas de la UVF y a los héroes irlandeses que luchan por su pueblo. Supongo que lo suyo es hacer un segundo tour con un taxista británico (aunque no sé si los hacen) para ver las dos versiones.

Y es aquí cuando viene mi opinión subjetiva sobre los nacionalismos, como autoconsiderado "ciudadano del mundo" que soy. Me parece una auténtica ESTUPIDEZ. Por haber nacido en un sitio o en otro, por ser blanco o negro, por hablar un idioma o otro, por ser de una religión o otra o por ser de un equipo de fútbol o otro, no da ningún derecho a odiar al diferente a tí, y ni mucho menos justificable matar por ello. Sentirse orgulloso de ser de una nación me parece tan irrelevante como sentirse orgulloso de vivir en un tercer piso. Lo digo de corazón y sin ánimo de ofender, pero creo que el nacionalismo se vence, una vez más, viajando un poquito señores.

Tras la mañana de murales, Mauro, Miguelito y yo fuimos a visitar la cárcel de Crumlin Road mientras Mattie se fue a pasear por el centro. Única prisión de estilo victoriano que queda en Irlanda, que fue cerrada tan solo hace un par de décadas y que se la conoce como la Alcatraz Europea. Hubo varias ejecuciones dentro y alojó a muchos combatientes del IRA.


 

El dia siguiente fuimos con el coche hacia el norte visitando uno de los túneles de árboles en carretera más famosos del mundo, dados varios capítulos de Juego de Tronos que se ruedan aquí. Mi foto preferida no podía faltar aquí.



Ya en la costa norte se encuentran unos espectaculares acantilados llamados The Giants Causeway que por un efecto volcánico crecen en columnas de forma normalmente hexagonal. Digno de ver y si es con sol, como tuvimos la suerte nosotros, pues mucho mejor.


De vuelta a Belfast, salimos de fiesta con gente de otro hostal que Mattie conocía, provando todo tipo de cervezas locales.


Nuestro último dia para aprovechar Belfast lo dedicamos al mercado de St. George, a pasear por las calles comerciales de la ciudad y descansar lo máximo posible en las zonas comunes del hostal, dado que la noche siguiente dormiriamos en el coche en el parking del aeropuerto de Dublin ;)

Y pocos dias pasaría en Madrid de vuelta, hasta volver a otro avión con destino Italia. Keep flying!

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