jueves, 14 de febrero de 2013

Sri Lanka III: Kandy, Dambulla

La segunda ciudad más grande de toda la isla es Kandy, donde se encuentra el templo que conserva un diente de Buda según la leyenda. A nuestra llegada, nos dimos un paseo que nos ocupó toda la mañana y parte de la tarde viendo el museo botánico de Peradeniya, visitando el museo de Gemas y alimentando a algún simio que otro :)







A destacar también el lago artificial situado en medio de la ciudad con toda clase de reptiles como este pedazo de Komodo gigantesco:


Y antes de entrar al templo sagrado, presenciamos el Show de Magul Maduwa, que consistía en toda una serie de bailes y actuaciones ancestrales (incluido caminar sobre brasas).



Tras ello, el tan esperado Tooth Temple de Kandy, que sin duda alguna, fue el lugar con más turistas (y gente local) por metro cuadrado. La expectación era máxima caminando sobre el firme descalzos para tan solo ver una cúpula dorada donde se alojaba citada reliquia apenas un par de segundos. Hicimos la típica ofrenda de flor de loto y volvimos a nuestro hotel cansados de tanto bullicio.






El dia siguiente seguimos nuestro viaje hacia el norte, haciendo parada en una población llamada Matale, lugar donde nos dijeron convivían toda clase de religiones. Hicimos un alto en el camino en un templo hindú el cual solo vimos por fuera, dado que nos llamó la atención aún más si cabe la escuela primaria que había detrás. La directora del centro, muy simpática, nos invitó a pasar y a ver las clases que estaban en la hora de la comida. El rato que pasamos con los niños es de los momentos más bonitos y especiales que recuerdo del viaje.


Visitamos también un jardín de hierbas medicinales, concentrado en el timo a turistas. Nosotros no fuimos menos y caímos en el error de comprar un aceite mágico por una desorbitante cifra de dinero. Al menos el aceite nos dura aún :)
Ese mismo dia llegamos a Dambulla donde visitaríamos el gran templo escavado en una inmensa cordillera rocosa. El museo gobernado por una estatua enorme hecha por los japoneses hacia pocos años le quitaba un poco la magia al templo de verdad que se erguía unos 300 metros en las rocas.








Otra de las fotos que más me gusta del viaje: Carmen y yo en el árbol sagrado del templo de Dambulla.


Por la tarde llegamos a otro hotel donde estaríamos dos noches. Antes de cenar, aún tuvimos energía para otra actividad inolvidable, una vuelta por la jungla al lomo de un elefante.




Nuestra recta final del viaje comprendería las llamadas Ciudades Antiguas que dejaré para el siguiente post. Y para el que este algo perdido por donde vamos, aquí os dejo con el recorrido relatado hasta el momento:


Ya pensando en Thailandia.....



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