viernes, 23 de septiembre de 2011

Scotland Ayeeee!!!

Desde hacia tiempo uno de mis destinos en mente había sido Escocia. Con la excusa de tener a la señora Raquel trabajando de Au Pair (para los que anden perdidos, nany o cuidadora de niños) en Perth (localidad cercana a Edinburgo), el viaje dio cabida hace poco más de una semana.
Al frente de expedición el señor Yunes y yo. Tras mi último dia por IBM, marcharíamos a tierras escocesas llegando a Edimburgo en un impredecible dia soleado. La ciudad como estructura es como estar en un cuento ambientado en el siglo XVIII o ser parte del escenario de la saga de Harry Potter. Belleza antigua pero muy bien conservada, zonas verdes (muy verdes) por doquier y el gigantesco castillo que emerge en una montaña rocosa en todo el centro de la ciudad.




Esta vez volvimos a tirar de hostal, y nos metimos en una habitación de 18 personas, que viendo los precios, 9 libras me pareció hasta barato. La tarde la pasamos pateándonos las calles principales y tomando té escocés (igual que el inglés o irlandés, con leche vamos) y birras. He posteado miles de veces que ya es rara la ciudad donde no tengo alguien conocido que nos haga compañia y esta vez no iba a ser menos porque mi amiga Thalia (la novia griega de Emi) estaba recién llegaba al pais para pasar un año haciendo un Master. Quedamos con ella y bebimos unas cervezas por los locales próximos al hostal. La noche no fue desfasada ni mucho menos dado el agotamiento que sufríamos tras el viaje.



Al dia siguiente la cosa fue sobre ruedas, mas que nada porque alquilamos un coche y pusimos rumbo a Perth. Para ser sincero, al principio, el conducir por la izquierda y el volante a la derecha me dio más que un susto y no me hacia muy bien a ello. Tras unas horas en carretera, era el amo al volante :) Bueno, el caso es que llegamos a Perth y comimos en un pub haciendo tiempo a que Raquel saliera del instituto de dar clase, donde fuimos a recogerla claro está. Luego nos presentó a la familia con la que trabaja, su casa y sus amigos. El propio viernes, nos dio tiempo incluso a visitar un pueblo cercano llamado Stirling. Como casi todos los lugares en Escocia, era muy verde y con unos toques medievales espectaculares. Visitamos el Castillo y la Iglesia que había en lo alto de una colina con su cementerio. A destacar los cementerios escoceses que son una obra de arte.


Y por supuesto, monumento al héroe nacional William Wallace. Dato curioso el que leí en la prensa local durante esos días, que ahora se ponía en duda el origen de dicho sujeto, manteniendo una nueva teoría que sitúa Gales como su país natal. Aún así, una maravilla de leyenda y monumento:





Vuelta a Perth para cenar en casa de una amiga de Raquel (donde amablemente dormiríamos aquella noche) y salir a beber un poco con sus amigos.

Por la mañana nos dio tiempo incluso a meternos un buen desayuno proteínico escocés entre pecho y espalda que consistía en huevos, bacon, judias pintas y morcilla. Tras ello, rumbo al norte con dirección Inverness. Cogimos la ruta larga del oeste (pasando por Fort Williams) dejando a nuestra derecha el Lago Ness. El tiempo era variable cual persona bipolar, pasando de soleado a lluvioso, y de niebla a ventoso en cuestión de kilómetros (bueno en millas, que los británicos son muy suyos). Aún así digamos que la atmósfera nos dio bastantes treguas permitiéndonos ver el Castillo Urquhart y varias buenas vistas del Lago, con su mascota Nessi inclusive.





Llegada a Inverness a una casa de huéspedes muy chula, ligeramente apartada del centro, que como consecuencia nos pateamos un poco los alrededores. Una ciudad bonita y con bastante vida para estar en el culo del mundo. Cenita en restaurante italiano y salida lamentable por las discotecas de la zona. Lamentable digo por el espectáculo bufónico-nocturno que se observa en la pista de baile, viendo a señoritas que dada su magnitud no cabrían ni en una sábana de matrimonio pero se empeñan en llevar el vestido de Beyonce. De los tios mejor ni hablar...jajaja
Al día siguiente intentamos hacer una ruta circular rápida cerca de la localidad influenciados por los consejos de la oficina de turismo. Los objetivos eran ver unas piedras del neolítico llamadas Chambered Cairn (muy antiguas y con historia, pero poquita cosa la verdad) y hacer una pequeña parada en Fortrose , donde nos recomendaron el posible avistamiento de delfines y puffins, los cuales no vimos, pero nos relajamos un poco con unas buenas vistas al mar.




Bonita parada en Pitlochry también en nuestro regreso por carretera a Perth donde disfrutamos de un delicioso Fish & Chips:

Aprovechamos en Perth incluso para ver el partido del Real Madrid y tras despedirme de mi hermanita Raquel, llegamos a Edimburgo de nuevo al mismo hostal que al inicio del viaje. Llegamos reventados y directos a dormir. El dia siguiente lo dedicamos a devolver el cochecito, dar vueltas aleatorias por la ciudad, quedar con Thalia de nuevo para comentar las viejas batallitas y dormir en el aeropuerto toda la noche.



Y aquí estamos en Brno otra vez con muchas novedades que contar, pero tendreis que esperar al post siguiente. No os quejéis, que en este estaba inspirado y tenéis lineas que leer. Ahoy!!!!


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