Como ya anuncié en la última entrada, el miércoles iba a tener lugar la domandada fiesta Pirata, abriendo la veda así, de las fiestas temáticas en Brno. Mi apartamento se convirtió entonces en Vevery Pirate Island.
La casa fue adornada y muy bien ambientada por los cinco inquilinos que vivimos aquí. Y toda la ilusion se centro en la fabricación de los trajes y complementos piratas. En mi caso, hice un par de visitas a unas tiendas de segunda mano y me confeccioné mi propia vestimenta de la época. La fiesta pues, estaba asegurada. La idea incluso llegó a la posible compra de un loro, que no pudimos hacerlo finalmente para la fecha, pero que, finalmente lo vamos a hacer de todos modos, por tanto, una nueva mascota esta punto de llegar.
Tuvimos unos 30 invitados, de los cuales la mayoría vinieron luciendo sus galas bucaneras, lo que es de agradecer. Bebimos ron, cual piratas y acabamos la noche en el Mandarin, coincidiendo con una fiesta de disfraces de intercambio de sexo. A destacar Michael en todo su esplendor, echándose unos bailes en la pista con las zapatillas de casa y el pijama . Aquí os dejo algunos de esos instantes...aunque tengo fotos para aburrir.
Los dias siguientes los he tenido libres, por lo que ha habido tiempo para todo. Unas birras con la hermana de Stepan, la visita al castillo de Brno, que ya era hora, e inlcuso una peliculita en el cine (en inlgés claro....que con el checo aún me queda lucha). La película en cuestión era 2012, por dios, no vayaís a verla ni aunque os apunten con una pistola, menuda cagada que han filmado. Casi 3 horas de fantasía extrema y donde los protagonistas son inmortales como siempre.
Y ahora aquí andamos, escribiendo desde el curro, que al ser domingo, no hay mucha tarea la verdad. Planeando, por otro lado, la vuelta a casa por Navidad, que a ver como me lo monto. Hasta la próxima y veremos lo que nos depara la semana.
Os dejo con uno de los temas de mi época bakala
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