sábado, 17 de octubre de 2009

Unos dias por España...and then What The Fuck!!!

Tal y como había insinuado en el post anterior, volví a la la patria por unos dias. Debido a los dos días de presentación y un cambio de grupo que tuve, tenía 6 dias totalmente libres. Tan sólo tenía cuatro dias para mirar vuelos e historias, lo que no me daba muchas esperanzas de encontrar nada moderadamente barato. Pero bajo toda previsión, sorprendentemente, Wizzair me brindó la posibilidad de volar por 100 €, ida y vuelta, eso si, desde Praga. Sería bueno traer algo más de ropa y por supuesto volver a ver a la familia y las amistades.

Total, que a España volví con una mochila vacía, para traerla más tarde llena a Brno. Los dias allí, como cabía esperar. Visitas en Ávila y El Escorial, coincidiendo también con el dia de la Hispanidad, asistiendo a una ceremonia de entrega de medallas y su respectivo pincho para comer.




Cañas con los amigos, pero sin llegar a desfasar, dado que estuve entre semana y la gente trabaja. Sensación rara también la que tuve al volver a pagar más de 2 € por una cervecita... que grande es la república Checa en ese aspecto!!!


Y aquí concluye la primera parte del post. Ahora llega la parte del What The Fuck. El vuelo de vuelta salía a las 20.20 de Barajas. Llegaría sobre las 23.00 a Praga y tendría que coger un autobús desde el aeropuerto, llegar a una parada de metro y tras 1 trasbordo llegar a la estación de tren a eso de las 00.15. El último tren a Brno saldría a las 00.42 y llegaría sobre las 03.30 para dormir un par de horas y currar de mañana.

Aunque supondría no dormir mucho e ir al trabajo como un auténtico cadáver, parecía bastante sencillo. Ja!!...aquí es cuando llega el maldito Murphy y te da un bofetón con sus estúpidas leyes que, curiosamente, nunca fallan. El plan se iba a ir literalmente a la mierda. Tras 20 minutos subidos al avión tras la hora prevista, se nos comunica que se debe reparar no se qué cosa y debemos bajar para volver a embarcar tras casi 2 horas. Pues bien, el restraso se cumplió y no saldriamos hasta las 22.00 h, por tanto mi esperanza de atrapar el último tren se había esfumado. Menudo viajecito de avión, dando vueltas a la cabeza, de cómo iba a solucionar la bola de mierda que me había succionado. La situación era la siguiente: no podría llegar a Brno hasta antes de las 9.00 y no tenía ningún número de contacto de IBM para avisar de mi ausencia o retraso (esto es un fallo mio, debo reconocerlo). Se me pasó por la mente, incluso, preguntar a la azafata si podría decir por megafonía si alguno de los pasajeros se dirigía a Brno tras el aterrizaje, pero la maldita hija de su santa madre se opuso tajantemente, incluso alegándo que el retraso era por su jodida culpa (de la compañía, me refiero). Por tanto, no hubo manera y llegué a Praga casi a la 01.00.

Por otro lado, me negaba a creer que había llegado al pais que dejé hacía tan sólo una semana, porque las temperaturas habían bajado más de 20 grados y estaban callendo copos como puños. Por lo que veo, aquí no existe el Otoño. Hemos pasado de Verano a Invierno en cuestión de 6 dias...yo flipo!

Bueno a lo que ibamos, solución: apretar esfinter y estar preparado para el palo que me iban a meter por llamar un taxi y decirle destino Brno. Creo que pude ver el símbolo del dólar en las pestañas del 'peseto'. Lo más barato que pude conseguir fueron 5000 CZK que al cambio son...(por favor que nadie blasfeme o se parta el culo de risa...un poco de respeto)...200 eurazos. Asi que allí estaba yo, con cara de cordero degollado y siendo copiloto en un taxi que luchaba con la horrible noche que se avecinaba. Nevando todo el camino hasta un poco antes de llegar a Brno. Dormí 2 horas y ala! a currar. Intenté dejar clara mi proeza al jefe de equipo, para que vieran lo interesado que estoy por la empresa, pero creo que se limitaron a reirse por dentro de la estaca que me había metido el taxista por el trasero.





Y nada más, no quiero darle más vueltas. No sé si llamar a Wizzair para poner una reclamación y que la usen de papel higiénico al minuto, arrojar objetos contundentes a los taxis que me cruze, o simplemente ahogar las penas en el alcohol, que viendo los precios aquí, creo que será la medida más razonable.


Despedida con una de las canciones del nuevo albúm del señor Tiësto


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