martes, 23 de diciembre de 2008

Irlanda

Bueno...y en julio de 2008, me decidí a volver a España. Mi nivel de inglés había subido bastante y tenía unas básicas nociones de sueco(tal y como pone en mi curriculum...jajaja), bastante útiles para los ligues de noche.

Pasé el verano en Murcia, como todos los años, concretamente en Torrevieja (si si, ya sé que en el mapa pone que está en Alicante... pero es una leyenda, todo lo que hay de Alicante para abajo es Murcia).


En septiembre fue tiempo para rematar las 2 asignaturas que me quedaban para acabar. Resultado: Ampliación de Sistemas Operativos - 9 y Base de Datos 7,5 ...es decir de lujo. ¡Ya era ingeniero! Por finnnnn! después de 5 años de muchos calimochos y esfuerzos...ufff


El año en Suecia se me había quedado corto. Necesitaba irme fuera de nuevo. Había hecho amigos de muchas partes del mundo, pero sobre todo europeos, asi que no tendría problemas de alojamiento. Finalmente me decanté (Ryanair y su bajo coste se decantó) por irme a Irlanda. Tenía allí a mi gran amigo Conor, un genio irlandés, si señor. Él vivía en Cork, pero yo volaría a Dublín, pasando allí un par de días, para luego volar a Cork. Desafortunadamente, gracias al dichoso trabajo, ni Conor ni su colega Nigel, al cual ya conocía de sus visitas a Karlskrona, pudieron reunirse conmigo en Dublín.



Un viaje en avión más que divertido, gracias a una galesa y una botella de Ballantines...no diré más. Me alojé en un albergue, de esos que me gustan a mí, con gente de mil sitios y abierta ante todo. Salí la misma noche que llegué de fiesta con unos alemanes, y al día siguiente con un español recién aterrizado. También tuve tiempo de hincharme a beber Guiness, visitar su fabrica y patearme el sorprendentemente soleado Dublin.



Tras 2 días, llegó Cork. Conor y su hermana me recojieron en el aeropuerto y los días pasaron resumidamente entre Guiness, prados verdes, carteles medio élficos (es que esto del Gaélico quién lo habrá inventado), fiestas con Conor,Nigel y brasileñas y desayunos para campeones por cortesía de la señora Moynihan (madre de Conor).


Después vuelta a Dublín. Noche en otro albergue, donde pude practicar algo de sueco con una chica de Krinstianstad y me fui a un concierto con los últimos 15 € que me quedaban. Y así pasó mi semana irlandesa.

Aquí algunas fotos en Cork:




Y sorprendentemente, bajo todo pronóstico, semana totalmente soleada y sin una gota de lluvia en la bella Irlanda. ¿Sería porque iba yo?

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