El viaje por la isla chipriota continuaría por la zona de Paphos, muy conocida por su turismo de playa, su aeropuerto internacional y su buena localización para hacer de campamento base para excursiones de un dia. La ciudad es una especie de resort gigante lleno de hoteles y restaurantes sin nada que recalcar. Nosotros nos quedamos en un apartamento estudiantil por cuatro duros y nos tomamos unas cervezas mientras planeábamos el resto del viaje.
El dia siguiente fue bastante productivo turísticamente hablando. Fuimos a visitar el complejo arqueológico de la Tumba de los Reyes, donde puedes pasar horas viendo una necrópolis excavada en la roca tipo Petra, Jordania (no tan impresionante, ni conservado).
Tras ello, fuimos a darnos un baño en la costa donde se encuentran los famosos Huevos de Afrodita, dos rocas de gran tamaño que dan un encanto especial a este paraje. Según la mitología griega, estas rocas son los testículos de Urano a quien le fueron cortados y más tarde, surgiría de las propias aguas la bella Afrodita (Venus en la mitología romana). Nadar alrededor de estas rocas proporcionaría eterna belleza o al menos suerte en el amor, y he de decir, que ninguno de los dos lo hicimos.
Después de comer, fuimos algo más al norte a visitar unos acantilados con cuevas llamados redundantemente Sea Caves y descubrimos lo que para mi fue la joya de la corona del viaje, un buque enorme abandonado y encallado a escasos metros de la costa conocido como Edro III. Las fotos están chulas pero no son capaces de describir lo monstruoso y gigantesco que era. Juanfran fue mucho más valiente que yo, e incluso se coló dentro de dicha estructura oxidada para ver sus entrañas.
Acabamos durmiendo en un pueblo del noroeste llamado Poli Crysochous, pasando por una carretera con un curioso atractivo turístico en la cual un efecto óptico engaña al cerebro y te hace creer que el coche sube la carretera en punto muerto, cuando en realidad la está bajando. El pueblo en cuestión se encuentra a las puertas del Parque Natural de Akamas, muy conocido por sus rutas de trekkings, el cual exploraríamos el dia posterior. Nos dimos un señor homenaje en una taberna llamada Moustakallis bajo la recomendación de nuestro host del hotel que hizo que pidieramos un tal "Full Meze" consistente en unos 10 entrantes y 3 fuentes de carne y ensalada. Dos mesas juntas solo para poner los platos en ellas, no digo mas.
Todo no podían ser playas, ruinas o alcohol, asi que nos dispusimos a recorrer la península de Akamas con una ruta, la cual ampliamos hasta hacernos nuestras 5 horas caminando. A destacar aquí, los baños de Afrodita (que son simplemente una pequeñisima cascada en un pinar), las costas salvajes con agua cristalina, el view point más alto donde se aprecia toda la península en sí y un roble milenario en medio del camino.
Volveriamos a Paphos una noche más, donde coincidimos con unas francesas que habíamos visto por Aiya Napa y con las que nos tomamos unos Mohitos. El dia siguiente lo pasamos en la playa con ellas volviendo a las Sea Caves y volviendo a tomar un "Full Meze", esta vez de marisco. La última excursión consistió en un pequeño trekking atravesando una garganta situada entre la ciudad y el Parque Natural. Una mañana muy divertida por el desfiladero de Avakas Gorge:
Mi vuelo de regreso a Budapest, fue modificado por la aerolinea un dia antesde lo previsto, y Juanfran y yo, nos despediriamos en la propia isla. Ya en la capital húngara, pasaría una tarde entera por enésima vez en los baños de Szechenyi y visité un bunker que sirvió de hospital durante decadas de conflicto bélico en la parte de Buda. Es lo que tiene una ciudad con tantas posibilidades, que por más que vaya, siempre hay cosas que visitar.
Invitado a café por una madre e hija israelis la mar de simpáticas:
Tarde de pizza con Daphne y Fani de nuevo:
Y vuelta a España con vistas al próximo viaje, que sería al empezar este nuevo año 2022 y que comentaré, por supuesto, en el siguiente post.
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