sábado, 25 de mayo de 2019

The Netherlands

Al parecer no puedo parar quieto más de un par de meses sin coger un avión, y cualquier excusa es buena para no romper esa regla. El señor Mikel (un gran amigo desde los tiempos de Karlskrona) había vuelto a Europa tras su paso por China y America fijando su nueva residencia en la localidad de Zwolle, en el noreste de Los Paises Bajos. Por ello, Tobi y yo decidimos hacerle una visita express a finales de marzo.
Volé a Dusseldorf el viernes por la mañana temprano, donde Tobi me recogería con el coche desde Bonn y hasta Zwolle en unas dos horas. Llegamos antes de que Mikel volviera del trabajo, pero su mujer Trini nos recibió con mucha hospitalidad con las primeras cervezas del fin de semana. E inmediatamente después de que él llegara fuimos a patearnos la ciudad de bar en bar.


Zwolle tiene la típica arquitectura nerlandesa y está muy bien estructurada con canales y jardines. Muy acogedora, con la extensión perfecta entre pueblo y ciudad y afortunadamente para nuestra visita con un sol radiante y menos frío de los esperado.

El sábado lo pasamos con dos compañeros de trabajo de Mikel visitando el famoso Keukenhof, el mayor jardín de tulipanes del mundo, que no deja de ser una turistada masificada de chinos y coreanos que, a no ser que seas un experto biólogo o floricultor, no deja de ser un paseo por un parque. La siguiente foto está sacada de internet ;) y no se corresponde exactamente con la realidad sinceramente:


Como el día acompañaba fuimos a comer a la playa. Si si!! a la playa en Holanda! Y la verdad es que tenía su ambientillo aunque no hiciera exactamente para bañarse. Concretamente fuimos a la zona de Zandvoort, la costa más próxima a Amsterdam.


Tras ello fuimos otro pueblo llamado Naarden, que tiene unos muros de contención y un fuerte ajardinado alrededor de la ciudad que le dan un toque agradable a una visita aunque fuera rápida.
A destacar la distribución de las dos ciudades vistas desde arriba con google maps. Naarden y Zwolle:


Acabamos cenando por Zwolle y salimos por un par de bares donde había quedada de expats lo que nos facilitó una integración rápida y cómoda.
El dia siguiente lo pasamos de brunch en la costa antes de partir de nuevo dirección Dusseldorf, donde cogería el vuelo de vuelta para volver a la rutina y pensar el próximo destino.


No quería despedir este post sin mencionar esa Media Maratón de Madrid con nueva marca personal en 1 hora y 44 minutos pelados, y la oportunidad que tuve de conocer a un pedazo de crack en la firma de su propio libro, el señor Raul Gomez, que hace que el running sea más divertido!



También pasé una semanita por mi Torrevieja querida antes de volar a un nuevo pais para mi mapa europeo, lugar que desvelaré en el siguiente post.


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