martes, 10 de enero de 2017

Vietnam: Hoi An, Quy Nhon, Da Lat

Pues si, Vietnam me maravilló tanto el año anterior que una segunda visita era casi obligada y así poder explorar esta vez la zona sur y completar turísticamente un pais asiático más. Casualmente también, mi amigo Raul, al cual conocí en Laos el año anterior volvía al continente oriental recorriendo Vietnam en las mismas fechas y haciendo un recorrido parecido al mio; una excusa más que suficiente para un reencuentro.


Llegaría al aeropuerto de Da Nang a medio dia y cogería un taxi para ir directamente a la ciudad de Hoi An, nombrada merecidamente patrimonio de la Unesco. Me di una vuelta por el casco antiguo después de encontrar una guest house y admiré las guirnaldas voladoras que iluminan el rio cada noche. 



Encontré a Raul y nos dimos una segunda vuelta por los alrededores del rio con unas amigas suyas de Hungria con las que cenamos y sufrimos el ser la compañia de mujeres con ganas de gastar en un mercadillo nocturno :)


El dia siguiente alquilaríamos una bicicleta para ir a la playa de Cua Dai al norte de la ciudad, tardando unos 20 minutos de pedaleo. Los primeros momentos de sol, arena y mar fueron acompañados de sus respectivas Tiger o Birra Hanoi.


Decidí moverme a la guest house donde estaba Raul, que era más barata y la mujer que lo regentaba era muy amable y atenta. Seguimos de ruta por el casco viejo con la bicicleta, lo cual es muy común y a la vez caótico dado la afluencia de turistas, motos y calles estrechas.

El famoso puente japonés y varios templos fueron visitados de forma gratuita gracias a las chicas húngaras del dia anterior que nos dejaron sus tickets (válidos durante varios dias).



Al anochecer entramos en una función teatral de marionetas acuáticas, algo autóctono de la zona y no muy común a nivel mundial. Mi opinión es que fue un espectaculo extraño y algo bizarro, amenizado por cánticos y conversaciones (todas en vietnamita por supuesto) sin mucho sentido para un occidental, pero que se debe ver al menos una vez.


Cenamos unas de las mejores y más baratas sopas de noodles con cerdo de la temporada y terminamos bailando en el Why Not Bar con una americana y una holandesa mientras el monzón nos impedía movernos hasta bien entrada la madrugada.

Al dia siguiente, con algo de resaca, decidimos poner rumbo al sur y llegar a una localidad llamada Quy Nhon. Francamente sin mucho interés para el turista occidental pero con una playa kilométrica desierta espectacular. Nos recomendaron que 20 km más al sur había un resort llamado Life is a Beach, donde una comunidad hippy de europeos hacia tu estancia más agradable y divertida, pero no fuimos y terminamos explorando el Vietnam profundo. Unas torres antiguas y algún centro comercial es lo poco que pudimos hacer.





Encontrar un autobús para seguir avanzando no fue tarea fácil, ya que el personaje de recepción del hotel en el que estábamos no era muy útil y su inglés era completamente nulo. Sin embargo una vietnamita con un inglés decente del hotel de enfrente nos tramitó todo el transporte y acabamos invitándola a unas cervezas en compañia de su sobrino pequeño.

Después de un horrible viaje en un autobús nocturno. el siguiente destino elegido sería Da Lat, una ciudad situada en las tierras altas del sur del pais. No tan bonita como Hoi An quizás, pero el doble de divertida, aunque esto siempre depende de la gente que encuentres por el camino claro.

Aqui tengo obligatoriamente que hacer publicidad de la guest house Backpackers Paradise, porque fue el sitio más barato y con una calidad y acogida excelentes. El primer dia, Raul y yo nos dimos una vuelta por el inmenso lago que se encuentra en medio de la ciudad, visitamos la Crazy House (un hotel-museo aún inacabado con una arquitectura aleatoria y muy peculiar) y terminamos el dia con varias cervezas con un buen grupo del hostal en el 100 Floor Bar, otra obra laberíntica del mismo tipo que el hotel-museo, donde puedes perder la noción de la orientación y el tiempo.




El dia después, llegó el momento de alquilar una scooter y visitar los alrededores. Raul, una chica estona, un alemán y un servidor, nos hicimos una ruta incluyendo la Elephant Waterfall, las plantaciones de café, el Golden Buddah y la Garden Pagoda.



La elaboración del café es digna de mención a este punto. Es uno de los cafés más caros del mundo dado su complejo sistema de extracción. El caso es que estos vietnamitas se les ha ocurrido alimentar a las comadrejas únicamente con la planta de café. El grano no es procesable por sus estómagos y es obviamente excretado. Pues bien, a partir de las heces, se muele y ya tenemos un sabroso café literalmente de mierda.


Raul decidió seguir dirección sur por falta de dias y yo me quedé otra noche más en el hostal donde encontré un buen grupo. El dia después pasó volando visitando la Prenn Waterfal (no muy recomendable, más bien un pequeño resort para el turismo ruso) y dandome mi primer masaje de pies con piedras calientes. 


Menciono el Backpackers Paradise de nuevo porque 4 noches de estancia, desayunos y cenas incluidos, dos dias de scooter, botellas de agua y rerescos, ilimitados chupitos de licor de arroz y bus hasta el aeropuerto me saldría por la friolera cantidad de 600,000 dongs = 24 € !!!!!! Acojonante!


¿Habeis leido bus al aeropuerto? Si, al siguiente destino llegué en avión. ¿A dónde? Próximo post...

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