Muchos guiños hay en este blog en relación a Suecia siempre, dado por supuesto, a ese año de Erasmus que me proporcionó la mejor experiencia de mi vida y que dejó que entraran en mi vida mucha de la gente que aún permanecen en ella. Es el caso del señor Anders, quien ese mismo año conoció a una chica con la que acaba de contraer matrimonio ahora y allí nos desplazamos una vez más para estar presente en la celebración de la boda y en la consecuente reunión Minerva que también dio lugar.
Después de un largo viaje desplazándome a Budapest, llegaría a Göteborg, donde sorprendentemente pude mantener una conversación enteramente en sueco con una señora en el autobús que me indicaría donde bajarme y la dirección para encontrar el apartamento donde encontraría a parte del grupo. Y allí estaban, Omar, Valentina, Arash y Maria para ofrecerme una cena rápida y planear nuestra noche por los pubs del centro.
Allí encontramos a viejas amistades, Mia y Marie, que nos acompañaron a las dos primeras copas recordando aventuras e historietas que sucedieron en aquel añorado Pirate Bay. Ya casi no me acordaba lo aburrido y cortarollos que es el horario sueco cuando a las 3 de las mañana nos mandaron a todos a la calle y terminamos comiendonos un perrito caliente y a dormir. Casi mejor diría yo, porque el dia grande llegaría el Sábado.
Nos desplazamos en coche de alquiler a un pueblecito llamado Blidsberg a unos 70-80 km de Göteborg. Allí nos encontraríamos primero con los restantes asistentes de Minerva que venían desde Malmö, Alvaro, Diego y Ehab (al que no veía desde hacía casi 8 años, ya casado también y con una hija preciosa).
La ceremonia fue simple pero emotiva, a la orilla de un lago y con un ritual vikingo-pagano que hablaba de la tierra, el fuego, el aire y el agua. Los novios vinieron en un Buick descapotable de época y tras el beso y las respectivas fotos, volvímos al pueblo donde empezaría la verdadera celebración. Los verdaderos protagonistas: Anders och Erika (por cierto, todas las fotos en http://www.santafotografia.com ):
Dato que no he aportado, es que la mitad de los invitados eran polacos, dadas las raices maternas de Anders, por tanto la fiesta y el vodka estaban más que asegurados.
Una cena vegana, litros y litros de vodka, competiciones con juegos polacos, karaoke y mucha felicidad resumirian las siguientes horas.
Nos quedamos a dormir en una especie de desván cortesia del padre del novio y por la mañana nos depedimos de los invitados sobrevivientes. Maria y yo volveríamos desde Stockholm y confiábamos en los trenes por medio del Systaminuten (los billetes de última hora) que nos llevaran por un precio razonable. Cual fue nuestra sorpresa al averiguar que el viaje de 3 horitas valía nada menos que 180 eurazos :( La frialdad y la experiencia nos dice que siempre hay soluciones y no hace falta alarmarse, asi que decidimos ir al aeropuerto de Göteborg y comprar el siguiente vuelo a Stockholm que nos valió la mitad que el supuesto precio del trenecito.
Pues nuestro destino sería Madrid, pero por solo unas horas, al dia siguiente Maria, Xavi y yo, emprenderíamos un viaje espectacular por nuestra vecina tierra portuguesa, pero que ya contaré en el siguiente post.
Y una vez más....tack så mycket Minerva och grattis Anders och Erika!!! vi ses allt snart
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