miércoles, 12 de octubre de 2016

Belgium: Antwerp, Gent

Tras mi descanso playero en las costas mediterraneas, me montaría de nuevo en un avión para conocer un poco más Bélgica, la cual solo había visitado, aunque varias veces, su capital.
Pues bien, esta vez, el destino sería la parte neerlandesa del pais, haciendo una visita a Karen, la chica que conocí en Bosnia dos meses atrás.
La mayoría de los dias pasaron descubriendo la ciudad de Antwerp (Amberes en español). Una ciudad muy viva, muy hipster y con una cultura de bicicleta que me fascina. También cuenta con una comunidad muy grandes de judios, estando el barrio donde habitan actualmente muy militarizado por miedo terrorista. 

Visitamos Grote Markt (la plaza mayor), donde se encuentra la estatua de Silvio Brabo, leyenda que da nombre a la ciudad. Siendo éste quien cortó la mano de un gigante malvado y la lanzó al rio. Mano (Ant) y Lanzar (Werpen). Disfrutamos de muchos cafés y restaurantes locales e incluso fuimos a las afueras a visitar a unos amigos de Karen a su chalet en construcción.


A destacar también el Real Museo de Bellas Artes, que cuenta con unas espectacular vista de la ciudad desde su última planta y una curiosa arquitectura externa (llena de manos, símbolo de la ciudad). La catedral del centro y la estación de tren principal también merecen mención.



Tras un par de dias, era hora de visitar otra famosa ciudad no muy lejos de Antwerp, la turística y conocida Gent (Gante en español). Unos amigos de Karen, residentes allí, nos sirvieron de perfectos guias y nos explicaron la historia y costumbres de la ciudad.





Y antes de cenar, me llevaría una grata y espectacular sorpresa, cuando nos trasladamos a una esplanada a las afueras de Gent y aparecería un camión para montar un viejo modo de transporte y así poder dar mi primera vuelta en Globo Aerostático. Experiencia inolvidable y vistas dignas de postal. Como curiosidad, decir que desde arriba, es posible oir las voces de las personas y los ladridos de los perros más facilmente que en tierra firme, dado los inexistentes obstaculos que tiene que atravesar el sonido. 





El último dia lo pasamos de nuevo en Antwerp, ciudad también muy conocida por el festival internacional de TomorrowLand. El próximo viaje se situa por esa zona también, pero visitaré un nuevo pais que añadir a mi lista, muy atentos!


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