viernes, 19 de julio de 2013

Silesia in Love @ Katowice

Bueno gente, ya he vuelto de Escandinavia de nuevo con muchas cosas que contar sobre el viaje, pero no sin antes relatar el finde previo a Noruega, en un señor festival en Polonia.
Antes de todo ello, cabe mencionar la visita que tuve de Xavi por tierras moravas durante 4 o 5 dias, que aprovechamos para ir a la piscina y salir un poco de bares. Para finalizar su estancia, volaba con una nueva ruta de Ryanair Ostrava-London, a lo que me ofrecí llevarle al aeropuerto de Ostrava. La aventura empieza a tan solo 7 kilómetros del destino cuando el coche se para por falta de batería sin dar opciones a continuar. Nuestros reflejos fueron rápidos y eficaces al parar al primer coche que pasó y ayudarnos a arrancarlo de nuevo mediante pinzas. Despedida en el parking del aeropuerto y cierta incertidumbre si aguantaría el coche el viaje de vuelta, pero mis deseos optimistas se vieron frustrados al volver a dejarme tirado, esta vez yo solo, a unos 60 km de Brno. Pich y Carmen me vinieron a buscar, abandonando el coche aquella noche, para más tarde recogerlo al dia siguiente por la mañana, conduciendo por una comarcal. Misteriosamente el coche ahora va como la seda y no ha vuelto a dar problemas.

Los intentos de fastidiarme el inicio de mis vacaciones no fueron del todo satisfactorios, y al dia siguiente sin dudarlo, nos fuimos Carmen y yo, con otros 3 amigos checos más a un festival al aire libre en el parque Silesia de Katowice, Polonia.

25 carpas con todos los estilos de música electrónica posibles dieron para mucho. No es necesario pagar 100 € por festivales tipo TomorrowLand o Sensation White, cuando tienes al alcance estos menos conocidos pero con igual o incluso mejor calidad:











Sin duda, la actuación que más me gustó fue de una tal Roxy Rox, deejay de tech-trance que sorprendió a todos con su actuación en vivo con una flauta travesera:



Después del festival dormimos en un hostal en el centro de Katowice y al dia siguiente fuimos a ver (yo ya por segunda vez) las minas de sal de Krakovia.


Acto seguido al terminar la visita cultural, me dejaron en el aeropuerto de Krakovia, donde mi próximo destino sería la capital noruega, Oslo.

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