miércoles, 13 de noviembre de 2024

Cuba I: Santa Clara, Trinidad

Con el fin del verano, llegaría el viaje más esperado del año, un viaje hacia tierras poco exploradas por mi parte, el Caribe y más concretamente la famosa y carismática isla de Cuba.

Las recomendaciones iniciales por autóctonos y turistas que habían estado allí hacía poco tiempo, no invitaban a visitar el pais, pero mi hermano, un amigo suyo y yo, decidimos que las situaciones nunca son las idóneas, y ahí es donde está lo interesante.

La isla atraviesa una crisis económica, de combustible, eléctrica, alimentaria, de medicamentos y social que supera las muchas que los cubanos han atravesado desde el supuesto triunfo de la Revolución. No tener electricidad supone no poder guardar la cadena del frio en los alimentos y por ende vivir al dia. Lejos de los resorts y de las playas paradisiacas, mi experiencia cubana no me dejó para nada indiferente y se narra a continuación.

Para comenzar bien a gusto, coger vacaciones tras un verano largo y tedioso tiene sus consecuencias y aterricé ya en el pais con claros síntomas gripales que dificultaron mis primeros dias. Llegamos a la Habana y gracias a los contactos con la Embajada, tuvimos un cambio de moneda aceptable para disponer de cash en el pais, la única forma de pago en el territorio. El sistema monetario lleva varios cambios los últimos años, y en este momento solo hay una moneda cubana, el Peso Cubano con un cambio relativo a unos 1-330, pero que varia drásticamente dependiendo de la velocidad de la gran inflación que sufren. Nuestra primera estancia sería en la Habana Vieja, pero que no visitamos por las altas horas de la madrugada en las que llegamos. Nos alojamos en un HomeStay, que básicamente es alquilar una habitación dentro de una casa particular, donde te preparan incluso el desayuno a la mañana siguiente, por apenas 5-8 € por cabeza.

Según nos levantamos, pusimos rumbo a Santa Clara, una ciudad en el centro del pais, que no se encuentra en las más visitadas del pais, pero que nos encantó y recomiendo a todo el que esté interesado en algo de la historia reciente de Cuba. Alojados en la plaza principal, en la casa de un tal Miguelín, fue nuestro centro de operaciones para patearnos todos los alrededores, yendo hasta el Mausoleo del Ché Guevara, las inmediaciones del asalto al tren blindado y a iniciarnos en la noche cubana.


El segundo dia fue más guiado y organizado, gestionando un Free Tour, donde el guia nos explicó las andanzas del revolucionario Vaquerito y su asalto a la ciudad, donde dieron casi por conquistado todo el territorio y dieron comienzo a la Revolución Comunista. Comprobamos lo barato que podía ser comprar libros en las librerias del estado (unos 4 céntimos) y lo dificil que es encontrar ya artículos de primera necesidad a un precio asequible con los ínfimos salarios de los cubanos. Para ver la desproporcionalidad de un sistema comunista metido con calzador en un mundo capitalista, podemos poner a juicio el sueldo de un médico o un profesor (alrededor de 15-20 € al mes) con el precio de una cerveza en un bar particular (1-2€). Obviamente la gente exprime como puede las ayudas sociales y juega con el turista para sacarse un extra que sin él sería prácticamente imposible comer.

La época tampoco acompañaba en el clima, ya que los continuos chubascos limitaban los paseos en algunos momentos. Aún así, el tercer dia incluso nos dio tiempo a ver el Mausoleo por dentro y visitar la tumba de Ernesto Ché Guevara.

Nuestro viaje continuaría en la ciudad de Trinidad, algo más turística por su interés colonial y sus calles empedradas. La humedad allí llegaba casi al 100% haciendo las noches insufribles con el calor infernal y sin electricidad para usar aire acondicionado o siquiera un ventilador. 

Antes de llegar a la ciudad, nuestro taxista nos enseñó varios puntos interesantes en le trayecto. La gran Torre donde se vigilaban las plantaciones de caña de azúcar trabajadas por los esclavos africanos, varios campos donde pudimos probar la caña de manera artesana y unos paisajes selváticos de película.




Las calles empedradas de Trinidad también fueron recorridas con éxito, también con la ayuda del tour que nos dio "La Negra", contándonos infinidad de historias de la localidad y abriéndonos un poco más los ojos en cuanto a la religión de la santería cubana y el gran descubrimiento del brebaje de la Canchánchara, un mezcla de ron y miel.


La ciudad de Trinidad también es muy conocida por la discoteca La Cueva, a la que practicamente hay que hacer senderismo antes de llegar a ella, en lo alto de una colina. Un sitio muy curioso, dentro de una caverna con sus estalactitas  milenarias, donde todas sus paredes sudan y el calor se intensifica por dos.

Los dias en Trinidad pasaron yendo a la playa Ancón, visitando la ruta de Vegas Grande en el Parque Natural de Topes de Collantes, con su impresionante cascada con posibilidad de baño, las cancháncharas e incluso hacer nuestro propio café en alguna plantación remota.




El resto del viaje lo dejamos para el siguiente post, que aún queda....

jueves, 22 de agosto de 2024

Germany UEFA EURO 2024

Por motivos laborales esta vez, tuve la gran suerte de ir recorriendo toda Alemania disfrutando del ambiente y la fiesta que ofrece una Eurocopa de fútbol. Una oportunidad y experiencia que creo que recordaré con una sonrisa el resto de mi vida, por los ratos vividos y la gente top que conocí.


El mes y medio que me he pegado empezaría en la localidad de Bamberg donde tuve el placer de convivir con compañeros de media Europa durante 1 semana como si de un Erasmus se tratase. Pequeño pueblo que me sorprendió gratamente con un centro histórico de cuento y con sus calles repletas de vida (probablemente por ser verano). Tuvimos tiempo de dar una vuelta en barco por el rio, de visitar varias cervecerías y de cantar en karaokes alguna de las noches.





Nuestra siguiente parada sería Berlín, con el comienzo del primer partido de España contra Croacia (3-0). Ambiente de Eurocopa por las calles de Berlín y la hermandad entre compañeros cada vez se hacía más intensa. Visitas obligadas a la puerta de Brandemburgo, el muro de Berlin, el memorial al exterminio judío, el check point Charlie y demás sitios míticos. 





Nuestra visita por la capital alemana culminaría con la recepción en nuestra embajada. Experiencia brutal.


Siguiente parada fue la localidad de Oberhausen, situada entre Essen y Duisburg y muy cercano a Gelsenkirchen, donde España también vencería a Italia por 1-0. Poco que decir de la localidad germana, ya que estábamos situados algo lejos del centro por lo que se hizo dificil explorar. Aún así los atardeceres cercanos al rio y los cumpleaños amenizaron muchos dias por allí.



Uno de los momentos más increíbles de todo el viaje se daría en esos dias, cuando trabajé por el aeropuerto de Dusseldorf, recibiendo a una persona muy especial, pero que por confidencialidad, no mencionaré. Vaya momento más top!

Siguiente parada, la localidad de Krefeld, situada entre Duisburg y Dusseldorf, donde esperaríamos a vencer también a nuestro tercer rival en el último partido de la fase grupos, Albania (1-0). Aprovechando en el hotel situado en medio de la nada para estrechar lazos entre compañeros y hacer algo de deporte.




Desde allí visitamos varios dias la ciudad de Dusseldorf y nos hinchamos a cervezas de tipo ALT. La noche apocalíptica en el Isla de Cuba fue memorable y la coincidencia brutal con el señor Joao por la calle irrepetible.


Estuvimos algún dia más de esperado en Krefeld, pudiendo disfrutar de unas piscinas naturales y una barbacoa con todo el equipazo.


Destrozamos la fase de grupos, por lo que pasábamos a octavos de final, trasladándonos a la ciudad de Köln, concretamente a uno de sus barrios cercanos, Hürth. Allí nos enfrentábamos al equipo georgiano, que también tuvimos que vencer (4-1). Además de la ciudad, también tuvimos la oportunidad de explorar los bosques aledaños y de ser asiduos a un bar llamado Long Island.








Siguiente partido, siguiente localización: Sttutgart. Buenas pateadas por toda la ciudad y disfrute total por las fan zones del centro. A destacar la visita al Museo de Mercedes (muy recomendable) y el de Porsche. 




Aqui es donde entrenando por los campos cerca del aeropuerto, tuve una lesión que me dejó encamado durante dos dias y me hizo perder un par de excursiones con el grupo. Pero no pudo conmigo en la supuesta cena de despedida en prevención con todos los alemanes en un Beer Garden donde no lo pudimos pasar mejor. Pero el pais anfitrión tampoco pudo con nosotros y Alemania perdía (2-1).


Señores, que estábamos ya en semifinales y el campeonato pintaba pero que muy bien. Seguimos nuestro viaje entonces, hacia Munich, una de las ciudades más bonitas de Alemania en mi opinión. 



Nuestra primera visita cultural fue el campo de concentración de Dachau, donde se vivió la barbarie nazi en todo su esplendor. 


El hotel en este caso estaba bastante bien comunicado y relativamente cerca del centro, por lo que fue bastante cómodo explorar la ciudad. Zonas que no había visitado como toda la ciudad olímpica fueron una gran sorpresa.  Allí fue de hecho donde una de las fan zones más grandes y multitudinarias nos ofrecería la siguiente victoria contra Francia (2-1) pasando así a la gran final de la UEFA 2024.





Y si. El círculo se cerraba de la mejor manera, volviendo a la capital alemana Berlín a jugar una final europea 12 años después. El mapa de nuestras interminables horas en bus lucía de esta manera:


Decidimos explorar también los alrededores de Berlín, yendo a un tour de búnkers de la II Guerra Mundial en la localidad de Wünsdorf, que mereció sin duda la pena. A destacar también las joyas de ruinas de Lenin que encontramos por edificios abandonados.





Las dos noches de fiesta por Berlín épicas, y sobre todo para más de alguno que acabó con tatuaje incluido, jajaja. 

Berlín se teñía de rojigualda al ver como España se proclamaba campeón de Europa con su (2-1) contra Inglaterra. Creo que aún no soy muy consciente del gran logro y el momento histórico que viví y sobre todo en las condiciones que lo viví.


Antes de partir de nuevo a Frankfurt, tuvimos la gran suerte incluso de saludad a todo el equipo técnico y a los jugadores y darles su más que merecida enhorabuena. Y así fue tras más de 40 dias y 3.000km de autobús por todo el territorio germano, como volvíamos a casa con una gran sonrisa y habiendo vivido una de las mejores experiencias de mi vida.....aunque aún queda vida señores, siempre me supero.

Las semanas pasan y los viajes no paran....preparados para el Caribe en 3,2,1...