viernes, 3 de julio de 2015

Israel & Jordan I: Tel Aviv,Eilat,Aqaba,Wadi Rum

A principio de los 90, cuando era todavia un mocoso, veía una y otra vez la trilogía de Indiana Jones y me maravillaba la escena en "La última cruzada" cuando llegan al templo del Santo Grial y siempre dije que alguna vez iría allí. Tras años de espera, llegó ese momento y creo que regalarle el viaje a mi hermano por navidad fue una idea muy acertada :)
Volar a Tel-Aviv con Wizzair es una auténtica ganga, por lo cual nuestra aventura empezaría allí, con dos dias previos en Praga para saludar a viejas amistades y salir un poco de fiesta.

Los controles de seguridad a nuestra llegada al aeropuerto fueron esta vez más mucho más suaves que el año pasado cuando lo visité por primera vez. Una vez más usariamos el increible mundo de CouchSurfing para ahorrarnos una noche de alojamiento y para estar con un nativo, que siempre es mucho más interesante. Nuestra anfitriona sería una hebrea rusa que nos llevó a la gran fiesta que acontecía en la ciudad. Casualemte llegamos el dia de la Gran Gay Parade de Tel Aviv. Nuestro desayuno fue whisky, agua y un perrito caliente...


Antes de que se fuera el sol estabamos durmiendo dado el agotamiento del viaje y el empalme con la rave. Al dia siguiente cogeriamos otro vuelo (llegada al aeropuerto solo por taxi, debido al Sabbath) con destino sur, a orillas del Mar Rojo donde en escasos kilometros limitan Egipto, Israel, Jordania y Arabia Saudita, la ciudad costera de Eilat. Aquí poco que contar, dia de playa, mojitos y atardecer con música house de fondo. Un barco de la marina estadounidense acababa de llegar, asi que imaginar el caótico ocio nocturno que había por la zona.


La mañana posterior la usaríamos para cruzar la frontera menos concurrida en la que jamás he estado. Literalmente eramos las únicas personas lidiando con los militares para entrar a Jordania. Una tasa de 105 shekels a los hebreos por salir del pais y un "Welcome to Jordan" por parte de los musulmanes fue todo lo necesario para entrar en el pais más pobre en recursos de todo Oriente Medio y sorprendentemente uno de los más desarrollados.

En Aqaba los alojamientos cerca de la playa se situan a varios kilómetros al sur de la ciudad y solo se puede acceder por taxi o con autobuses locales sin horarios. Encontramos un complejo de casitas individuales que empezó siendo un asentamiento de beduinos. Teniamos piscina, menus para comer y cenar y lo más importante, a 50 metros de la playa. Aqaba es famoso por ser una de las mejores zonas para hacer snorquel de todo el mundo, siendo fácil acceder al gran coral que sostiene todo el territotio, unos cuantos barcos hundidos e incluso tanques de las repetidas guerras. Una pena todo, pero yo aún voy despacito en cuanto a recuperación se refiere y no quise arriesgar praticando ningún tipo de actividad por segura que parezca.




En el mismo complejo de beduinos, llegamos a un acuerdo con un taxista local para que nos distrajera todo el dia posterior llevándonos al paraje natural de Wadi Rum y más tarde que nos dejara en Wadi Musa.
Un niño de unos 14 años, aunque insistia en que tenía ya 18, nos sirvió de guia y conductor por las dunas desérticas de Wadi Rum. Hicimos 5 o 6 paradas en puntos estratégicos y las vistas dejaban la boca abierta a cualquiera.






La continuación del viaje lo dejaremos para el siguiente post, porque aún queda tela....
Por cierto en unos dias, una vez más, Suecia me espera :)


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