jueves, 7 de abril de 2011

Houska Adventure

En uno de los últimos turnos de noche en el trabajo, Luigi (también conocido como el Pantera) estaba viendo documentales americanos sobre castillos encantados, donde casualmente situaban uno en la República Checa a unos 60 o 70 km al norte de Praga.

El Castillo en cuestión se llama Houska, y se supone que bajo su capilla interior, se esconde una de las puertas del Infierno. Miles de historias de fantasmas y apariciones encontramos tras una no muy larga búsqueda por la red. Todo esto llamó nuestra atención hasta el punto que decidimos ir a pasar una noche allí. De acampada pues, a las puertas del Infierno.

Los valientes (o inconscientes según se mire) fuimos Jompi, Petr, Pantera y yo. El camino no sería nada fácil, cogiendo el autobús a Praga a las 8.30 equipados de nuestros sacos de dormir y tiendas de campaña. Tras llegar a Praga, sería necesario otro autobús que nos dejaría en un pueblo bastante pequeño llamado Duba. A destacar aquí la cantidad de niños de etnia gitana que nos miraban atónitos después de decirles que el Pantera era una estrella de Rock. Por otro lado, según la leyenda, el encuentro fortuito con algún sapo indicaría malos presagios. Pues bien, el sapo apareció, ¡perfecto!



Después de una hora esperando en Duba, otro autobús (de los años 50) nos llevaría a Blatce, minúscula aldea donde, según nos informo el único pasajero (una anciana) que nos acompañaba en el trayecto, vivían tan solo 5 familias. Y finalmente tras llegar a Blatce, nos esperaban casi 2 horas de caminata por el bosque hasta llegar al mencionado castillo.

En el camino había alguna casa que otra aparentemente deshabitada, a excepción de una en la cual un anciano totalmente alcoholizado y de piel curtida nos contó una historia sobre una moneda que tenía en su posesión a la vez que nos invitó a pasar a su jardín donde su mujer amasaba pan. Dejando atrás calaveras de animales y edificaciones abandonadas llegamos al Castillo de Houska.


Aquello era raro. Para empezar, más que un castillo, parecía una mansión en lo alto de una colina alejada a más de 6 km de la civilización, edificada sobre las propia roca de la montaña y diseñado para proteger desde dentro. Es decir, no era el típico castillo hecho con el objetivo de defender ataques externos, sino todo lo contrario, era como una coraza para no dejar salir algo. Según la leyenda, ese algo, era toda clase de demonios y espiritus malignos que no debían escapar por la puerta que conectaba los 2 mundos.

Nada más llegar, sorpresón, 2 perros enormes a las puertas intimidaban el acercamiento. Aún así nuestro sadomasoquismo nos llevó a acercarnos hasta el punto de domar por completo a los perros.



En la puerta llacía un número de teléfono para visitas al castillo y demás. El hombre al otro lado de la linea no parecia muy amistoso y nos negó la visita aún insistiéndole varias veces. Según él, no tenía tiempo y dudaba mucho que se presentara en el castillo en los próximos dias. Ante la frustracción, el Pantera y Jompi decidieron saltar la verja y adentrarse en el jardín de entrada. "Un momento!!! pero, ¿no habias dicho que había 2 perros??" direis. Si, y tras jugar un poco con ellos, lograron encerrarlos en una caseta que estaba en el jardín. Jompi y Luigi volvieron al exterior y fue el momento de montar las tiendas y decidir el lugar para pasar la noche. Decidimos hacerlo a escasos 50 metros de la puerta del castillo, donde se levantaba una estatua prominente de un santo en medio del bosque lleno de velas alrededor (la verdad es que algo de miedo daba).






Cuando estabamos montando las tiendas, el dueño del castillo sorprendentemente apareció, negándonos la visita una vez más y le escuchamos como hablaba por el móvil discutiendo como era posible que los perros no estuvieran fuera (cosas paranormales supongo...jajajaja) En nuestra base de operaciones había varios circulos concéntricos de roca en forma de barbacoa, por lo que decidimos hacer fuego ahí y comernos las salchichas y filetes que habiamos comprado. Todo por supuesto acompañado de 3 botellas de vodka.

Cuando la noche cayó, y no se veía un carajo (solo nuestro fuego) volvimos a la puerta del castillo armados de nuestras linternas pegando voces en busca de algo paranormal. Nada. Solo los perros ladrando y algún búho que otro ululando. Volvimos al fuego a terminarnos las salchichas y jugar una partida de cartas, cuando de repente apareció una pareja de policias pidiéndonos la documentación. Habían sido avisados por "alguien" (por el amigable dueño del castillo fijo, porque no había ninguna otra persona en 6 km como ya he dicho) de que había fuego en el bosque. Los policias fueron bastante comprensivos y no hubo ni siquiera multa, aunque nos dijeron que, a parte, nos estabamos cargando un sitio sagrado de no se qué historias de rituales culturales o algo así. Por tanto lo que creíamos en un principio que era una barbacoa, en realidad era una especie de monumento o historia sagrada, vamos que nos coronamos. Aún así, a la policia no pareció importarle mucho siempre y cuando tuvieramos cuidado del fuego y lo apagaramos antes de irnos a dormir.

Luego no hay mucho más que contar, a dormir a las tiendas y a levantarse temprano para poder coger el único bus diario desde Blatce (a las 7.30), por tanto las 5 de la mañana fue nuestra despedida del castillo fantasma.

Vuelta a Brno sin complicaciones y según lo cientificamente esperado sin ninguna actividad demoniaca o nada que se le pareciera. Aún así, para los más curiosos, os dejo que veáis el reportaje (son 6 partes), pero no os creais ni la mitad.

(No os puedo poner el video embebido porque está desactivada la opción en youtube, pero aqui tenéis el link)


Por lo demás, el viaje de Islandia va tomando forma, ya incluso hay fecha decidida (pero billetes aún no comprados): si todo sale bien el dia 26 de Mayo, destino Reykjavik. Y el viaje musulmán de verano va oliendo finalmente a Turquia....


Ahoj!


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